Comunidad indígena Hitnü en Colombia,víctima del abandono estatal y el conflicto armado


La comunidad HitnüJitnu o Macahuán es un pueblo indígena, que habita en el bosque de galería del caño Colorado y otros lugares de la cuenca del río Ele y la margen izquierda del caño Cuiloto, en los municipios de  Tame, Arauca, y Puerto Rondón, así como en Arauquita y Fortul, en el  departamento de Arauca, Colombia.  

Los Hitnü son de las pocas tribus nómadas que quedan en el país ha sido desplazada entre otros por la  petrolera Oxy

Hace algunos años, la comunidad habitaba en varios resguardos, como Puerto Rondón, Caño Claro, Providencia, El Vigía, Cusay la Colorada, San José de Macarieros, Puyeros, Parreros, Cuiloto, Cuiloto 2 e Iguanito. Por las condiciones de violencia en el país, por el conflicto armado y por los proyectos de explotación en su territorio ancestral, la comunidad hitnü ha sido desplazada, y en la actualidad solo habita en los resguardos de San José de Lipa y La Vorágine. En estos espacios se encuentran las comunidades de La Conquista, El Romano y La Ilusión (Plan Integral Único de Arauca, 2011)

En el año 2010 la Corte Constitucional de Colombia expidió el Auto 382 mediante el cual conmina a las entidades del nivel central y departamental a prestar una especial atención a este pueblo, pues se encuentra en riesgo de exterminio cultural y físico debido a las consecuencias del conflicto armado interno. Varios de sus líderes han sido asesinados y varios de sus miembros han fallecido víctimas de las minas antipersona que están sembradas en sus territorios.

Con esta resolución la Corte Constitucional había dispuesto de un plan de acción para mitigar las carencias en salud, educación, vivienda y alimentación de este pueblo indígena.

De las siete etnias indígenas que habitan en el departamento, los Hitnü son la de mayor complejidad de acceso: para llegar a sus resguardos únicamente se puede por río en épocas de lluvia, o destinar de alrededor de una semana para hacerlo a pie, no hay ninguna trocha o vía que comunique las rancherías con los resguardos.

Según cifras proporcionadas por el Dane  esta comunidad indígena está compuesta por 676 personas, de las cuales 329 son hombres y 347 mujeres que representan 150 familias   

Los Hitnü hablan la lengua indígena hitnü tiene 207 hablantes, que equivalen a un porcentaje del 31,13% de la población total, y hay 458 indígenas que no usan su lengua ancestral, esto es, el 68,87%. El uso de la lengua hitnü varía dependiendo de los asentamientos indígenas, pues si estos se ubican cerca del casco urbano el empleo de la lengua se debilita, en tanto que los que se hallan más alejados de las urbes preservan en mayor medida su lengua y la usan en todos los contextos

Previo a la evangelización, los Hitnú aplicaban sus conocimientos astronómicos en el manejo del medio ambiente, es decir, predecían fenómenos naturales que condicionaban los ciclos reproductivos de los animales. Se subdividen en mitades chupir bone (pequeños) y tsana bone (hinchados). Creen en un creador a quien llaman Nakuanu tsetseri. El alucinógeno yopo es consumido ritualmente y la bebida fermentada o chicha de plátano, majule, desempeña un papel en la vida social.

Actualmente, sus cultivos principales son la yuca y el plátano. Sin embargo, continúan la recolección de frutos de palmas y
huevos de iguana, el cultivo de maíz y la cría de animales domésticos, la venta de artesanías y pieles. Algunos miembros de la comunidad se han adaptado a las labores comerciales distintas a su economía.

La artesanía es una actividad que genera ingresos en el mercado. Fabrican canastos de «bijao», budares y rayos para la venta. También recolectan en el bosque fibra de «chiquichiqui» (Leopoldinia piassaba), para fabricar escobas y venderla a comerciantes intermediarios.

«En el contexto y con ocasión del conflicto armado, sus comunidades han sido perseguidas, asesinadas, desplazadas y estigmatizadas, encontrándose en riesgo de extinción física y cultural; y sus territorios sagrados gravemente afectados por diferentes actores armados legales e ilegales» señaló la Comisión de la verdad.

Desde finales de 2019, el Sistema Integral para la Paz ha desarrollado acciones de diálogo y fortalecimiento que buscan la participación de los Hitnü en sus tres mecanismos, para seguir acompañando todos los esfuerzos por visibilizar y exigir los derechos de este pueblo a la justicia, la verdad, la reparación y la no repetición.

 

 

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