«Dígame, señor presidente, cuál es el paso a seguir, estoy listo para entablar una conversación y lograr la paz»: Salvatore Mancuso.


La Paz Total prometida por el presidente Gustavo Petro y añorada por los colombianos recibe a un nuevo actor de la violencia que se quiere sumar a la pacificación del país.

El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, uno de los hombres mas sanguinarios y protagonistas de los mas crueles actos de violencia en la reciente historia del país y quien fuera comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) , envió este lunes 31 de octubre  desde una cárcel de los Estados Unidos en la que pagó una condena por narcotráfico, una carta dirigida al presidente Gustavo Petro en la que manifestó su voluntad de ayudar en la “titánica tarea” de construir la “paz total” en el país.

Esta misiva se dio luego que  el presidente Gustavo Petro manifestará su voluntad de escuchar al exparamilitar para que este le aporte a la paz.

“¿Que Mancuso quiere ser gestor de paz? Hablemos (…) Si yo lo que quiero es que ayude aquí a que deje de haber guerra”, manifestó el mandatario en medio de la entrega de una hacienda de Carlos Castaño para reparar a 50 familias víctimas en Montería y añadió: “Yo no tengo ningún temor a que él hable. Yo no sé quién tendrá temor a que él hable, pero debe haber verdad”.

En su carta al presidente el exjefe paramilitar  aseguró que su voluntad por aportarle a la paz de Colombia sigue intacto, como lo ha venido manifestando desde hace algunos meses. Salvatore Mancuso, además, aseguró que trabajará de forma conjunta para materializar el proyecto que ha propuesto el nuevo gobierno y que es conocido como «Paz Total».

Cuente conmigo (…) para ayudarle en la titánica tarea de construir la paz total. Dígame, señor presidente, cuál es el paso a seguir, estoy listo para entablar una conversación (…) con quien usted considere para materializar esta voluntad compartida de entregarle a las nuevas generaciones una Colombia pacificada y más humana”, expresó Mancuso en una carta publicada en redes por el presidente Gustavo Petro.

El exparamilitar hizo énfasis de que así como en su momento puso todo su esfuerzo en la guerra, ahora está dispuesto a hacer todo para que el país logre una paz estable y duradera; y en esta línea uno de los aportes que dará es desde la verdad: “No tengo impedimento alguno para asumir las tareas que correspondan en el objetivo compartido de lograr la paz total para Colombia”.

Mancuso aseguró que está al pendiente de lo que el presidente le manifieste para que pueda materializar sus aportes: “Dígame Sr presidente, cuál es el paso a seguir, estoy listo a entablar una conversación con usted, con el Alto Comisionado para la Paz o con quien usted considere, para materializar esta voluntad compartida de entregarle a las nuevas generaciones una Colombia pacificada y más humana.

De otra parte, en relación con la entrega por parte de la SAE , de la que fuera una de sus haciendas a 50 familias campesinas del departamento de Córdoba, Mancuso señaló que es un acto de un gran significado 

» El hecho de que sea en el departamento de Córdoba azotado por tantas violencias , sino por el hecho de constatar , que tantos años después de haber dejado las armas, siguen muchos temas inconclusos que son el resultado directo de varios factores que quedaron pendientes o fueron incumplidos en nuestra negociación y posteriores a la desmovilización»  recalcó el extraditado narcotraficante y paramilitar. 

Al igual que el presidente Petro, Mancuso, cuestionó el destino que se le dio a los bienes incautados a el y a sus «colegas» : »  Este hecho demuestra que el Estado no fue competente a la hora de recibir y entregar las tierras y otros bienes y activos que estuvieron en manos de las autodefensas . Todo indica (…) que gran parte de lo que se entregó terminó en manos de terceros de manera fraudulenta o en su defecto en el abandono».

Las duras afirmaciones que realizó el exjefe  de las AUC están relacionadas con el actuar del gobierno Uribe : 

» Tuvimos, paradójicamente, que recurrir ante los Magistrados de control de garantías de Justicia y Paz y a la Corte Suprema de Justicia, para obligar al gobierno de Uribe, y en aquella época, a la Agencia Presidencial para la Acción Social, a que recibieran las tierras y bienes. Debo decirle señor Presidente, que fuimos los primeros en denunciar el abandono de tierras y de proyectos productivos, el robo y saqueos de los bienes entregados en pleno rendimiento y que terminaron convertidos en un descarado detrimento patrimonial en contra de los intereses de las víctimas y su derecho a la reparación».

Finalmente este hombre que ha reconocido su participación en por lo menos 300 asesinatos,​ incluido el de una niña de 22 meses y al que  se le atribuye la autoría como comandante de la masacre de Mapiripán en la que murieron veinte campesinos en estado de indefensión y la masacre de El Aro donde fueron asesinados otros 15 en 1997 y por la cual se le dictó una condena de 40 años de cárcel (no purgada por su sometimiento a la Ley de Justicia y Paz); igualmente es señalado por la masacre de la Gabarra en 1999 donde fueron asesinadas 35 personas y la Masacre de El Salado en febrero de 2000, donde fueron asesinadas más de 100 personas​ y es considerada una de las acciones más sanguinarias de las AUC, además de haber confesado que el Bloque Catatumbo que él comandaba fue responsable de la muerte de cinco mil civiles y que las autodefensas habían infiltrado todas las ramas del poder público hoy asegura:

» ​En este sentido señor Presidente, comparto con usted la máxima de que en cualquier caso la verdad tiene que ir por delante. Yo debo decirle con mucho respeto que toda mi actuación desde que lideré la negociación con el Estado colombiano para la desmovilización de las Autodefensas, ha sido con la verdad por delante, no tengo rabo de paja, ni mucho menos estoy persiguiendo propiedades; no tengo miedo alguno, lo que he tenido que decir lo he dicho a costa de mi seguridad y la de mi familia, y como cuenta de cobro vea Usted donde estoy y las retaliaciones, venganzas y persecuciones de las que hemos sido objeto.

Mancuso es también acusado por el delito de narcotráfico por la corte del Distrito de Columbia, Estados Unidos, hechos por los cuales fue extraditado a ese país en 2008.

A continuación la carta completa de Salvatore Mancuso:


«SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DR. GUSTAVO PETRO

Señor presidente, escuché con atención su discurso a propósito de la entrega de aquellas tierras cordobesas a los campesinos de la región.

Que esa reforma agraria que lidera su gobierno empiece en Córdoba y concretamente
con la entrega de esos predios tiene un significado mayúsculo. No solo por el hecho de que sea en el departamento de Córdoba, azotado por tantas violencias, sino por el hecho de constatar que, tantos años después de haber dejado las armas, siguen muchos temas inconclusos que son el resultado directo de varios factores que quedaron pendientes o fueron incumplidos en nuestra negociación y posteriores a la desmovilización.

Este hecho demuestra que el Estado no fue competente a la hora de recibir y entregar las tierras y otros bienes y activos que estuvieron en manos de las Autodefensas. Todo indica, a la luz de lo que se va revelando por los medios de comunicación, que gran parte de lo que se entregó terminó en manos de terceros de manera fraudulenta o en su defecto en el abandono.

Tuvimos, paradójicamente, que recurrir ante los Magistrados de control de garantías de Justicia y Paz y a la Corte Suprema de Justicia, para obligar al gobierno de Uribe, y en aquella época, a la Agencia Presidencial para la Acción Social, a que recibieran las tierras y bienes.

Debo decirle señor Presidente, que fuimos los primeros en denunciar el abandono de tierras y de proyectos productivos, el robo y saqueos de los bienes entregados en pleno rendimiento y que terminaron convertidos en un descarado detrimento patrimonial en contra de los intereses de las víctimas y su derecho a la reparación.

Por todo ello saludo y reconozco el talante de su gobierno para resolver el problema de la distribución de la tierra en Colombia. Por el bien del país todos debemos dar un paso al frente para resolver el problema de la tierra, garantizar los derechos del sector agrario en su conjunto y dignificar la vida de nuestra población campesina y rural.

Dicho esto, con respecto a la alusión que hizo acerca de mi solicitud, quiero decirle públicamente que mi convicción y compromiso por trabajar desde la institucionalidad para lograr una paz definitiva para Colombia siguen estando intactos.

Si tuvimos capacidad y formas de emprender una guerra tan frenética y desgarradora, también tenemos capacidad, formas y experiencia para ayudar a pararla.

En este sentido señor Presidente, comparto con usted la máxima de que en cualquier caso la verdad tiene que ir por delante. Yo debo decirle con mucho respeto que toda mi actuación desde que lideré la negociación con el Estado colombiano para la desmovilización de las Autodefensas, ha sido con la verdad por delante, no tengo rabo de paja, ni mucho menos estoy persiguiendo propiedades; no tengo miedo alguno, lo que he tenido que decir lo he dicho a costa de mi seguridad y la de mi familia, y como cuenta de cobro vea Usted donde estoy y las retaliaciones, venganzas y persecuciones de las que hemos sido objeto.

Por consiguiente, no tengo impedimento alguno para asumir las tareas que correspondan en el objetivo compartido de lograr la paz total para Colombia.

Dr. Petro, no solo está pendiente la reforma agraria y la reparación de las víctimas, también está pendiente desmontar los nuevos ordenes sociales que creamos los actores del conflicto bajo la mirada cómplice de los gobiernos anteriores, así como los factores de persistencia que perpetúan las violencias -tareas absolutamente urgentes-, además de ello como primer paso y hecho político que selle nuestro acuerdo de voluntades compartidas, está pendiente finalizar el proceso de reincorporación y reintegración de quienes nos desmovilizamos como resultado de la negociación de Ralito. Darle un cierre digno a ese proceso es una de las tareas pendientes del Estado y condición sine qua non para una paz integral y definitiva. Cuente conmigo, y estoy convencido que con los ex comandantes de las AUC, para ayudarle a la titánica tarea de construir la paz total.

Dígame Sr. Presidente cual es el paso a seguir, estoy listo a entablar una conversación con Usted, con el Alto Comisionado para la Paz o con quien usted considere, para materializar esta voluntad compartida de entregarle a las nuevas generaciones una Colombia pacificada y más humana.

SN Salvatore Máncuso Gómez.

Comentarios en Facebook