Un contrato de la Alcaldía de Cali por 60 millones de pesos para la compra de tapabocas de uso exclusivo de los profesionales de la salud, fue objeto de críticas y polémica en redes sociales por parte de políticos y algunos medios, que señalaron a la Administración Municipal de incurrir en irregularidades e incrementar el valor del producto.

Miyerlandi Torres, Secretaria de Salud de Santiago de Cali, calificó de lamentable estas denuncias y explicó que los tapabocas N95, en torno a los cuales se generó la polémica, son productos importados que no están en la disposición del mercado nacional. Dijo que se trata de una marca 3M de alta eficiencia cuyo costo está sujeto a las variaciones en el precio del dólar.

“En el momento en que se hizo la cotización de los tapabocas, el dólar estaba alrededor de los $4.100 y el producto, siendo de alta calidad, estaba muy escaso en el mercado”, detalló.

Enfatizó que se trata de un producto de “alta calidad” que cumple con todas las normas internacionales y las de salud ocupacional pertinentes.

Sobre el proveedor, Torres aseguró que se eligió el que cumplía con los requisitos y tenía la disponibilidad suficiente. “En su momento no encontramos uno que tuviera la cantidad para poder hacer el contrato, se hizo el estudio del mercado y finalmente se escogió al proveedor que tenía el menor precio y reitero, contaba con la disponibilidad requerida”, precisó.

La Secretaria invitó a los generadores de la polémica a indagar por el producto en una plataforma como Mercado Libre, donde su precio actual es de entre 26000 y 28000 pesos, sin incluir los impuestos que se descuentan a los proveedores por contratar con la Alcaldía (estampillas y retefuente). “Si además le incluimos el IVA, el precio del producto subiría casi un 37%”, por lo cual, reiteró, “estamos muy ajustados al precio del mercado”.

“Una cosa es comparar los precios del mercado hoy, durante la pandemia, a los precios antes de la misma. El tapabocas convencional que usa la gran mayoría de personas, antes de la pandemia podía costar 100 pesos y hoy no se consigue por menos de $1.500. Lo mismo sucede con los tapabocas N 95, que antes podían costar alrededor de 9000, 10000 o 12000 pesos y ahora es muy difícil encontrarlos en menos de $24000, sumado a esto los impuestos que deben asumir los proveedores para venderle al Estado”, pormenorizó la funcionaria.

Miyerlandi Torres dejó en claro que este tipo de tapabocas son utilizados por los profesionales de la salud. “No son tapabocas quirúrgicos sino los de uso exclusivo del personal especializado que tiene contacto con personas infectadas por coronavirus; no es cualquier tapabocas”, resaltó.

Asimismo destacó que el producto fue adquirido por la Administración Municipal siguiendo todos los lineamientos de contratación, y pese a tratarse de una contratación por urgencia manifiesta se realizó estudio de proveedores, mercado y precios. “Aquí no hay ninguna irregularidad, al contrario, hemos actuado de acuerdo con las normas de contratación, de buena fe, buscando una disponibilidad oportuna y de acuerdo a las actuales condiciones del mercado, de la mejor manera, teniendo en cuenta la necesidad de garantizar la bioseguridad de los profesionales de la salud que a diario se exponen al contagio de la COVID-19, que diariamente están saliendo a las calles, yendo a las viviendas a tomar muestras para coronavirus, entrando en contacto directo con personas infectadas y realizando vigilancia epidemiológica”.

Según Miyerlandi Torres, las empresas sociales del Estado y la Secretaría de Salud Municipal registran una escasez de insumos propios para enfrentar la emergencia declarada por coronavirus. “De ahí que resultaba necesario adquirir tapabocas en estas cantidades pues la pandemia continúa, vamos a tener más casos y este producto se utiliza casi que uno por paciente”.

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