San José de Apartadó en el Urabá Antioqueño, tierra de despojo, falsos positivos, despojo, militares y paramilitares


San José de Apartado es un corregimiento del municipio de Apartadó ubicado en la zona rural, del Urabá Antioqueño , al norte de Colombia. El casco urbano  está conectado con el municipio de  Apartadó por medio de un camino rural.

San José de Apartadó es una región rica en maderas y agua,  cuenta con alrededor de 32 veredas compuestas por familias campesinas que viven de la agricultura, cultivando cacao, banano, plátano, plátano baby y aguacate, entre otros. El 75% de la producción agrícola es cacao

La región y especialmente  San José de Apartadó ha vivido la violencia provocada por el conflicto armado, el despojo de tierras, masacres, desplazamientos y últimamente la violencia provocada por el incumplimiento del acuerdo final de paz entre el Estado Colombiano y la extinta guerrilla de las FARC – EP

45 años de violencia 

Los grupos al margen de la ley, además de las masacres han azotado a la población, aunque también lo ha hecho la fuerza pública, tanto la policía como el Ejército

En San José de Apartadó se presentó el primer caso del escándalo de los falsos positivos, donde se involucró a miembros del Ejército de Colombia en el asesinato de civiles inocentes, haciéndolos pasar como guerrilleros muertos en combate.

Este suceso se dio en el corregimiento apenas cuatro días después de que se declarara ese municipio como comunidad de paz en marzo de 1997.

El 23 de marzo de 1997 en el pueblo se firmó la declaratoria que los identificaba como la Comunidad de paz de San José de Apartadó, un grupo de campesinos de diferentes veredas que querían estar por fuera del conflicto armado tuvieron la idea inicial  que la figura de comunidad neutral durara dos años, pues creían que en ese periodo de tiempo se detendría el conflicto o que ya no aguantarían más.

Sin embargo la arremetida de la fuerza publica pasó por encima de la declaratoria

De acuerdo al reporte de la Policía, entre el 27 y el 28 de marzo fueron desaparecidos tres campesinos y asesinados dos más que luego fueron presentados como guerrilleros muertos en combate por militares de la brigada XVII.

La investigación de la Fiscalía concluyó que el proyecto paramilitar en el Urabá unió al grupo ‘La 35 de la casa Castaño’ con la brigada XVII en su intención de atacar la presencia del V frente de las Farc.

Allí no paró el accionar violento del Estado en contra de la comunidad 

En febrero del 2005 se acusó al Ejército Nacional de Colombia de haber asesinado a tres niños y cinco adultos entre hombres y mujeres, hecho denominado la Masacre de San José de Apartadó.

Esta masacre ocurrida el 21 de febrero de 2005 en la vereda Mulatos Medios, corregimiento de San José de Apartadó (Antioquia), y en la vereda La Resbalosa, municipio de Tierralta (Córdoba),  fueron asesinados 3 niños y 5 adultos entre hombres y mujeres. 

La masacre la realizaron miembros del Ejército Nacional de Colombia en compañía de paramilitares del Bloque Héroes de Tolová de las AUC. El Ejército Nacional insistió por largo tiempo que los autores habían sido de las FARC-EP;​ esa versión falsa se sustentó en el testimonio de campesinos obligados a declarar bajo amenazas y torturas de militares de la Brigada XVII, en la comandancia de Iván Duque López.​

 En la vereda Mulatos Medios fueron asesinados Luis Eduardo Guerra Guerra, destacado líder comunal, su compañera Beyanira Areiza, y su hijo Deyner Andrés Guerra Tuberquia de 11 años; mientras que en La Resbalosa las víctimas fueron Alfonso Bolívar Tuberquia Graciano, su esposa Sandra Milena Muños Pozo, y sus hijos Natalia Tuberquia de 5 años, Santiago Tuberquia de 21 meses, y el señor Alejandro Pérez.1

El testimonio de Jorge Luis Salgado, quien perteneció al grupo paramilitar, fue el que dio elementos a la justicia para tomar acciones en el caso. El paramilitar relató a las autoridades el suceso y la forma como fueron asesinados los niños:

«Los niños estaban debajo de la cama. La niña era muy simpática, de unos 5 ó 6 años y el peladito también era curiosito (…) Propusimos a los comandantes dejarlos en una casa vecina pero dijeron que eran una amenaza, que se volverían guerrilleros en el futuro (…) ‘Cobra’ tomó a la niña del cabello y le pasó el machete por la garganta».
El exparamilitar relató cómo el padre de los niños suplicaba de rodillas que no los asesinaran, y contó que la niña creía que irían a un paseo.
«Por este acto, fueron condenados seis militares como coautores de la masacre. Este hecho marcó un giro definitivo para la comunidad. Desde ese terrorífico episodio, rompieron toda relación con el Estado, porque dicen no tener ninguna garantía de protección ni de justicia en sus casos». ( CINEP)

La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia condenó a los seis militares a 34 años de prisión. La investigación reveló que la Masacre se realizó con la planeación, participación y vigilancia de miembros de la Brigada XVII del Ejército colombiano.

En orden de jerarquía, los responsables hasta el momento son: el coronel Orlando Espinosa Beltrán, el mayor José Fernando Castaño López, los sargentos Henry Agudelo Cuasmayán Ortega y Ángel María Padilla Petro; y los cabos Ricardo Bastidas Candia y Sabaraín Cruz Reina.​

En el proceso de investigación sobre la masacre se habían vinculado a 84 miembros del Ejército.​ Algunos de los miembros del Ejército Nacional que han sido acusados por el hecho son los subtenientes Jorge Humberto Milanés Vega, Édgar García Estupiñán y Alejandro Jaramillo Giraldo, los sargentos segundos Ángel María Padilla Petro, Henry Guasmayán Ortega, Darío José Brango Agamez y Óscar Jaime González y los cabos Sabaraín Cruz Reina, Ricardo Bastidas, Héctor Londoño Ramírez, Luis Gutiérrez Echeverría, Jesús David Cardona Casas, Yuber Carranza Rodríguez, Ramón Mican Guativa y José Carmona.

Los jefes paramilitares de las AUC que habrían participado en la masacre son Joel José Vargas Flórez y José Clímaco Falco, alias «Cobra».

El ejército de Colombia, los héroes de la patria , buscaron desviar la investigación 

Con base en testimonios de falsos desmovilizados, el Ejército Nacional de Colombia días después de la masacre declaró que miembros de las FARC eran los responsables. Luego se revelaría que los testimonios habían sido obtenidos en realidad de campesinos torturados y pagados por miembros del ejército. ( Tal y como se hizo con un estudiante en Cali, durante el paro nacional) 

«No habían reposado en sus tumbas los muertos [de la Masacre de San José] cuando los medios de comunicación empezaron a emitir los testimonios de dos supuestos desmovilizados de las Farc que acusaban a la comunidad de San José de Apartadó de tener vínculos con la guerrilla, y aseguraban que era ésta la que había cometido la atroz masacre. Los ex guerrilleros eran Elkin Tuberquia y Apolinar Guerra [que en realidad eran campesinos cooptados], quienes estaban bajo la tutela [y «nómina»] del coronel Néstor Iván Duque, comandante entonces del Batallón Bejarano, adscrito a la Brigada XVII. Sus versiones eran demasiado inverosímiles, pero confundieron enormemente al principio». ( Reseña de la entonces creíble Revista Semana) 

Ever Veloza, alias HH, habría proporcionado el dinero para que el Coronel Iván Duque López le pagara a los campesinos Elkin Tuberquia y Apolinar Guerra por declarar ante la justicia falsas versiones sobre la masacre

El expresidente, exsenador, investigado e imputado Álvaro Uribe nunca presentó disculpas por sus acusaciones y por participar en la campaña de estigmatización en contra de la Comunidad de Paz.

A Colombia no se le puede olvidar que el periodo mas  violento en el que se presentó el mayor número de falsos positivos en el país se dio en las dos administraciones del Álvaro Uribe.

Por su parte el expresidente   Juan Manuel Santos, sí presentó disculpas, aunque sólo ante los medios y después de haber incumplido una cita con un grupo de representantes de la comunidad.

Siguen las agresiones, asesinatos y desplazamientos 

De acuerdo con las denuncias publicadas por medios de comunicación, como el  diario El Tiempo, después de la masacre de 2005, en San José de Apartadó han tenido lugar más  17 asesinatos y 290 agresiones según lo denunciado por el investigador y padre jesuita Javier Giraldo.

Uno de esos asesinatos denunciados es el caso de una campesina que fue presentada como «guerrillera muerta en combate». En febrero del 2005  la Corte Interamericana de Derechos Humanos, insistió en reclamar la protección del Estado a la comunidad de Apartadó y pidió que se revelaran los nombres de los militares que participaron en la masacre.​

En mayo de 2008 el capitán del Ejército Nacional Guillermo Armando Gordillo, reconoció la participación de los militares en el hecho y dijo estar dispuesto a colaborar con la justicia para obtener rebaja de penas.​

En 2022 la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) declaró la masacre como delito de lesa humanidad.

HOY Noticias recorrió San José de Apartadó, un territorio en el que los campesinos despojados de sus tierras luchan por recuperarlas.

San José de Apartadó en el Urabá Antioqueño, es lo que se podría llamar la tierra del olvido;  sus habitantes llevan viviendo 45 años de violencia! Territorio de despojo y víctimas como lo llama Luis Álvarez uno de los tantos campesinos que creció en medio de las balas de la guerrilla, los paramilitares y el Estado. Uno de los tantos violentados por el ejército   

El despojo de tierras y la lucha de los campesinos por recuperarlas 

San José de Apartadó ha vivido la violencia provocada por el conflicto armado, el despojo de tierras, las masacres, desplazamientos y últimamente la violencia provocada por el gobierno de Iván Duque por el incumplimiento del acuerdo final de paz entre el Estado Colombiano y la extinta guerrilla de las FARC – EP

Y aunque en papeles el Estado les devuelve lo que es de ellos, quienes les han quitado sus fincas los amenazan y vuelven a desplazar. Otra vez el Estado los deja solos y la misma institucionalidad los llama INDESEABLES

HOY NOTICAS habló desde el corregimiento San José de Apartadó con ALICIA RAMOS, lideresa social , campesina y reclamante de tierras que trabaja por su comunidad pese a las amenazas de muerte que le llegan a diario

«Nos obligaron a vender las tierras y ahora cuando las reclamamos, nos llaman indeseables» señala Alicia Ramos lideresa social y reclamante de tierras en el Urabá Antioqueño

NUNCA OLVIDAR

En ocho años son mas 6402 falsos positivos, una cifra que no se compara ni siquiera con la dictadura del General Pinochet en Chile.  Durante es dictadura, 17 años, se asesinaron y desaparecieron forzadamente cerca de 3.200 personas.

En Colombia, en 8 años y  bajo la seguridad democrática de la  democracia mas fuerte de Suramérica se asesinaron  6402 colombianos y colombianas inocentes. 

Hoy mas que nunca Colombia se pregunta: cuando el Estado cumplirá con su deber en la practica y no en el discurso? Ojalá Duque entienda la diferencia 

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