Choque de trenes cobró la vida de al menos 36 personas en Grecia.


Vagones calcinados, ventanas esparcidas en varios kilómetros a la redonda, columnas de humo, es el saldo de una tragedia registrada en Grecia, después del choque de dos trenes al norte de Larisa, en el centro de ese país.

Al menos 36 personas han muerto y hay más de 85 heridos -seis de ellos muy graves- según confirman las autoridades de esa nación. Los medios locales lo bautizan ya como el peor accidente ferroviario de la historia de Grecia.

Es pronto aún para saber las causas del siniestro, ocurrido en la noche del martes 28 de febrero. El tren de pasajeros, que se dirigía a Tesalónica, la segunda ciudad en importancia de Grecia, chocó de frente con un tren de mercancías que circulaba en dirección contraria.

Los dos iban por la misma vía, según confirmó el gobernador de la región de Thessalia, Kostas Agorastos. «Los vagones 1 y 2 ya no existen», declaró Agorastos.

Debido a la violencia y a la velocidad de la colisión, las locomotoras y los vagones delanteros quedaron en ruinas. Y los respectivos conductores y miembros de la tripulación murieron. Las primeras investigaciones apuntan a un posible error humano.

El ministro de Transportes ha dimitido tras el accidente, que ha sacado a la luz las múltiples carencias del sistema ferroviario nacional. Poco antes, el jefe de la estación de la ciudad de Larisa era detenido. 

Un portavoz del gobierno griego ha revelado, además, que los dos trenes llevaban «varios kilómetros» circulando por la misma vía.

Los servicios de rescate siguen buscando a personas que pudieran estar atrapadas entre los restos de los trenes, en especial en los tres primeros vagones del vehículo de pasajeros implicado en esta emergencia.

Desde el lugar se informó que muchos de los viajeros eran jóvenes. Alrededor de 150 bomberos y 40 ambulancias, así como varias grúas y personal vinculado a labores de emergencia, se movilizaron para dar respuesta a la tragedia, confirmaron las autoridades griegas.

Según los primeros informes, el tren de pasajeros viajaba desde Atenas hasta Tesalónica y transportaba a unas 350 personas.

El gobernador regional, Konstantinos Agorastos,  explicó que los primeros cuatro vagones del tren de pasajeros descarrilaron en el accidente y añadió que los primeros dos quedaron «casi completamente destruidos» por el incendio posterior a la colisión.

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