Un desprendimiento de tierra en la vereda San Antonio de este municipio mantiene en alerta a los organismos de socorro que buscan a los trabajadores atrapados en la mina ilegal.
Una grave emergencia minera mantiene en suspenso a la comunidad de Santander de Quilichao, Cauca, después de que un derrumbe en la mina artesanal San Antonio atrapara a siete trabajadores.
Según la secretaria de Gobierno del municipio, María Luisa Holguín, dos derrumbes consecutivos habrían sepultado a los mineros bajo tierra cuando trabajaban en la extracción del preciado mineral.
A raíz de esto, las autoridades locales activaron un Puesto de Mando Unificado, PMU, para coordinar las operaciones de rescate. Equipos del Cuerpo de Bomberos, la Defensa Civil y voluntarios de la comunidad trabajan en el lugar, mientras se mantiene la zona acordonada para garantizar la seguridad de todos.
“En este momento, siete personas permanecen atrapadas tras el colapso de la mina artesanal”, informó Holguín. Las condiciones sobre su estado de salud aún no ha sido confirmada oficialmente y la cifra de personas atrapadas puede aumentar con el paso de las horas.
La Agencia Nacional de Minería (ANM) informó que su equipo de Seguridad y Salvamento Minero en Jamundí se encuentra en el sitio, trabajando junto con los socorristas y las autoridades locales para atender la emergencia.
Los mineros quedaron atrapados a una profundidad aproximada de 28 metros dentro del socavón, y la acumulación de agua en el interior de la mina ha dificultado las labores de rescate. Por eso recurren ahora una retroexcavadora para poder llegar hacia donde están atrapadas estas personas.
Mientras tanto, los equipos de bomberos, la Defensa Civil y otros grupos especializados mantienen esfuerzos constantes en condiciones adversas, priorizando la seguridad de los mineros atrapados.
La emergencia ha encendido las alarmas en la región, que recientemente sufrió la muerte de dos mineros en Suárez, Cauca, debido a intoxicación por gases en otra mina de oro. Estos incidentes evidencian los riesgos asociados a la minería ilegal, actividad de la que dependen muchas familias en la zona.
Hay que indicar que la minería ilegal de oro en Colombia es un desafío estructural, a pesar de los esfuerzos del gobierno por formalizar el sector y erradicar prácticas ilícitas.
Grupos criminales se aprovechan de la informalidad, la falta de recursos y la complejidad regulatoria, mientras numerosos pequeños mineros permanecen fuera del marco legal, según el informe de la Fact Coalition.
En este contexto, el flujo de oro colombiano hacia el mercado internacional sitúa a Estados Unidos como el principal destino de exportación.
En 2023, el país registró ventas de oro al exterior por un valor de USD3.400 millones, de los cuales USD1.400 millones fueron adquiridos por EE. UU., consolidándolo como el mayor comprador individual, de acuerdo con datos de Naciones Unidas citados por Daan van Uhm en Organized Environmental Crime: Black Markets in Gold, Wildlife, and Timber.
La relevancia de Colombia en el mercado estadounidense es significativa: del total de USD15.100 millones en importaciones de oro realizadas por Estados Unidos en 2023, aproximadamente el 10 por ciento provino de la nación suramericana, lo que convierte a Colombia en el tercer mayor proveedor del mineral para los EE. UU., confirmó el periodista Maxwell Radwin en Mongabay