La muerte del papa fue anunciada este lunes 21 de abril por la mañana por el cardenal Kevin Farrell, camarlengo del Vaticano.
“Con un profundo dolor debo informar que el papa Francisco falleció este Lunes de Pascua, 21 de abril de 2025, a la edad de 88 años de edad en su estadía de la Casa Santa Marta de la ciudad de Vaticano. El papa ha retornado a la casa del padre”, informó el Vaticano en un comunicado publicado en X. La muerte se registró a las 7:35 a.m., hora de Roma.
El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, declaró que su “corazón está con los millones de cristianos y católicos” del mundo tras la muerte del líder religioso, un día después de reunirse con el pontífice en el Vaticano.
“Me alegré de verlo ayer (domingo), aunque obviamente estaba muy enfermo”, escribió en X Vance, convertido al catolicismo en la adultez, durante una visita a India.
El primer papa latinoamericano de la Historia, elegido el 13 de marzo de 2013, fue también el primer pontífice jesuita y el primero no europeo en más de diez siglos, venciendo rancias creencias euro centristas.
Popular entre los fieles del mundo entero, pero enfrentado a una feroz oposición interna, el exarzobispo de Buenos Aires se posicionó como crítico del neoliberalismo, buscando ayudar a los más necesitados del mundo.
El jesuita argentino, amante del fútbol y del tango, y mucho más desenvuelto en público que su tímido predecesor Benedicto XVI, destacó por su espontaneidad y temperamento enérgico, pero también por un estilo de gobernanza que se consideraba a veces demasiado personal.
“Soy una persona impaciente (…) A veces tomo decisiones deprisa, con algo de autosuficiencia”, confesó en un libro de diálogos con personas en situación de precariedad de todo el mundo, publicado en 2022.
El papa Francisco destacó por poner la dignidad humana de los excluidos en el centro de su discurso y por su voluntad reformista, aunque no llegó a revisar los dogmas más tradicionales de la Iglesia católica.
El primer papa latinoamericano de la Historia, elegido el 13 de marzo de 2013, fue también el primer pontífice jesuita y el primero no europeo en más de diez siglos.
Popular entre los fieles del mundo entero, pero enfrentado a una feroz oposición interna, el exarzobispo de Buenos Aires se posicionó como crítico del neoliberalismo.
El jesuita argentino, amante del fútbol y del tango, y mucho más desenvuelto en público que su tímido predecesor Benedicto XVI, destacó por su espontaneidad y temperamento enérgico, pero también por un estilo de gobernanza que se consideraba a veces demasiado personal.
“Soy una persona impaciente (…) A veces tomo decisiones deprisa, con algo de autosuficiencia”, confesó en un libro de diálogos con personas en situación de precariedad de todo el mundo, publicado en 2022.
Jorge Mario Bergoglio fue el primer pontífice en elegir el nombre de Francisco, el santo de los pobres, cuyas enseñanzas inspiraron su pontificado.
Este “soñador”, que incluso admitía que se “dormía a veces durante la oración”, persiguió sin descanso su principal objetivo: reformar la Iglesia católica para que fuera más cercana a los desfavorecidos y marginados.