Al parecer, el exmandatario quiere que la justicia tome el tiempo necesario para que estudie, en segunda instancia, su proceso y «brille la verdad».
El expresidente de Colombia y jefe máximo del Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez, anunció su decisión de renunciar a la prescripción de su proceso por los delitos de soborno a testigos y fraude procesal.
La información se conoció luego de que Uribe remitiera una carta al Tribunal Superior de Bogotá, que revisa la apelación de su condena en primera instancia por 12 años de prisión.
Uribe argumentó que, aunque el caso prescribiría el 16 de octubre de 2025, no pretende acogerse a ese beneficio judicial.
En el documento, Uribe afirmó que: “nunca ha buscado ni ha querido beneficiarse de la prescripción de la acción penal”. Además, dijo que este recurso no debe impedir que la justicia colombiana cuente con las condiciones materiales necesarias para decidir de fondo sobre el caso.
Recordando el artículo 85 del Código Penal, Uribe solicitó que se acepte “la renuncia que hago al derecho de verme favorecido por la prescripción de la acción penal y que adopten, en mi caso, la decisión de fondo que en derecho corresponda, conforme solo a lo probado en juicio, a lo que ordena la ley y lo que sea justo”.
En comunicación con el Tribunal Superior de Bogotá, el exmandatario explicó: “A pesar de que la ley me otorga un camino corto y sencillo para salir de este tortuoso proceso, no puedo aceptarlo, pues, aún con el peso de la injusta condena y estando mi libertad en juego, no puedo declinar el camino de la verdad”.
Álvaro Uribe Vélez insistió, en que la sentencia es injusta y que tanto su defensa técnica como el Ministerio Público han pedido al tribunal que revoque el fallo en apelación.
El expresidente de los colombianos calificó la decisión como un acto de coherencia ética, asegurando: “Servir a Colombia ha sido el máximo honor que he recibido en mi vida. La confianza depositada en mí, por la patria y mis compatriotas, me impone dar ejemplo y optar por el camino que, por más difícil o riesgoso, es correcto y coherente con lo que he defendido a lo largo de mi existencia: la verdad”.
El exjefe de Estado rechazó la valoración de la prueba en la primera instancia y denunció que “ese derecho a ser oído no fue respetado materialmente por la primera instancia.
A pesar de lo extenso, la decisión judicial echó de menos la valoración de gran parte de los hechos probados en juicio”. Uribe solicitó que la decisión de apelación se base exclusivamente en los hechos y las pruebas, no en motivos formales.
El expresidente remarcó que nunca buscó ni quiere verse beneficiado por la prescripción del proceso, afirmando que esta medida “no puede privarle a la Sala la oportunidad de un análisis sereno, ponderado e integral de la prueba”.
Con el anuncio del jefe del Centro Democrático, la defensa señala que busca garantizar un pronunciamiento de fondo por parte del tribunal, incluso si conlleva mantener la condena, antes de que el caso quede extinguido por el paso del tiempo.
Uribe recordó que el proceso acumula más de 70 audiencias, miles de folios y más de 2.000 páginas de escritos y alegatos, por lo que solicitó al tribunal que disponga del tiempo y las garantías suficientes para revisar todo el expediente antes de tomar una decisión definitiva.
Mientras tanto, el abogado Jaime Granados, defensor del expresidente Álvaro Uribe Vélez, confirmó que la decisión de renunciar a la prescripción en el proceso por presunta manipulación de testigos partió del propio exmandatario.
De acuerdo con Granados, “fue una idea original del presidente”, y dijo que el objetivo principal era privilegiar la transparencia y dar al Tribunal el tiempo suficiente para analizar los argumentos jurídicos.
El abogado sostuvo que la apelación supera los cien folios y requiere una evaluación detallada.
“El Tribunal podrá tomarse todo el tiempo que sea necesario. Ellos son indudablemente muy capaces, muy profesionales. La ley les da dos años. Yo no creo que se van a tomar ni ese tiempo, ni la mitad de ese tiempo”, añadió Granados estima que el fallo podría conocerse antes de finalizar el año, aunque no descarta que el proceso se prolongue según lo exija el análisis judicial.
Granados indicó que la defensa se mantiene enfocada en las tres apelaciones en curso y reiteró que Uribe permanece en libertad.
Igualmente, afirmó que la instrucción de Álvaro Uribe Vélez fue permitir un estudio de fondo, ratificando su interés en un proceso transparente, legal y en el reconocimiento de todos los argumentos presentados.