De acuerdo con información preliminar, el hecho ocurrió poco después de que el funcionario realizara el relevo de guardia en la cárcel de Villahermosa de la capital del Valle.
Un nuevo hecho violento se presentó contra funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, de Colombia.
En la noche de este martes 7 de octubre fue ultimado con arma de fuego en Cali (Valle del Cauca) el dragoneante Jimmy Flores Salazar, cuando se movilizaba en un vehículo particular.
De acuerdo con el reporte preliminar, varios hombres lo habrían interceptado y disparado en repetidas ocasiones.
El cuerpo del funcionario quedó dentro del vehículo con múltiples heridas de bala. Las autoridades adelantan la investigación para esclarecer las causas que originaron el ataque que se suma a la serie de atentados recientes contra personal del Inpec.
Y es que en las últimas semanas se han registrado cinco atentados dirigidos contra integrantes de la institución. Uno de los hechos más graves se produjo el pasado 24 de septiembre, cuando el director regional del Inpec en Valle del Cauca, Guillermo Andrés González, fue víctima de un ataque con granada mientras se desplazaba en su carro por el norte de la capital vallecaucana.
Aunque salió ileso, las autoridades señalan como presunto responsable a un hombre conocido con el alias de “Palustre”.
Este nuevo homicidio se suma al ocurrido la semana pasada en la Bogotá, cuando el dragoneante Miguel Llano murió tras un ataque armado dentro de la cárcel La Modelo, en el que también resultaron heridos tres funcionarios el pasado 3 de octubre.
Ese mismo día en la ciudad de Palmira, departamento del Valle, fue asesinado el dragoneante Manuel Antonio Becerra Palma.
En el marco de la investigación por ese crimen, la Policía Nacional identificó los vehículos utilizados en el ataque y, tras un operativo realizado en el barrio Manuela Beltrán, se enfrentó a los sospechosos, lo que derivó en un tiroteo y la captura de ocho personas.
En la diligencia, los uniformados incautaron seis armas de fuego —entre ellas un fusil, cuatro pistolas y un revólver—, además de ocho celulares y prendas de uso privativo de la fuerza pública, con las cuales los agresores habrían simulado ser funcionarios oficiales.
También fueron inmovilizadas dos motocicletas y un vehículo que, según los seguimientos, habría sido utilizado el día del asesinato del dragoneante Becerra.