Esa fue la decisión de los pobladores de la zona rural de El Tambo y Argelia para denunciar cómo el gobierno se rodeó de «políticos ladrones» que quieren expulsar al campesinado de esta zona del departamento para adelantar este megaproyecto.
Los campesinos del Cañón del Micay anunciaron que se movilizarán hacia la ciudad de Bogotá para buscar un diálogo directo con el presidente Gustavo Petro.
Sí, esta decisión se conoció gracias a las declaraciones de Duberney Galviz, líder campesino de esta parte del Cauca, quien expresó que se cansaron de la postura silenciosa del gobierno nacional, y para no bloquear la vía Panamericana, optaron por movilizarse hacia la capital del país.
“El presidente Petro es un buen líder, pero lastimosamente se rodeó de los peores políticos del departamento, y claro, tomaron la decisión de inundar nuestros territorios para sacarnos a patadas y construir la represa Los Arrieros del Micay, entonces como comunidad campesina organizada, estamos para defendernos de esos políticos ladrones”, expresa Duberney Galviz, uno de los representantes de los más de 1.000 campesinos que empezaron esta amplia movilización.
Por eso se van para la capital del país los más de 1.000 campesinos de los corregimientos de Husitió, San Juan de Mechengue, Honduras y Playa Rica y algunos de Argelia para buscar el espacio para hablar con el jefe de Estado, porque sencillamente no vino a Popayán.
“Nos cansamos que nos tilden de guerrilleros o terroristas porque vivimos en unos territorios donde no hemos autogobernado de la mejor manera, nos ha tocado solucionar muchas cosas porque nunca los gobiernos invierten en nosotros, y cuando alzamos la voz porque vemos que nos van a sacar de nuestras veredas y corregimientos porque construyen una represa, entonces nos señalan y estigmatiza”, agrega Duberney Galviz, quien desde el parque Calda culpó a los políticos corruptos del Cauca de la tragedia que se registra en el Micay.
Hay que tener presente que El Plateado, un corregimiento en la zona rural de Argelia, Cauca, se ha convertido en el centro de un conflicto territorial en el cañón, que ahora es muy popular. Este lugar, de gran importancia estratégica para el narcotráfico, es el objetivo de la operación militar Perseo, lanzada el 12 de octubre por orden del presidente Gustavo Petro. La operación busca expulsar a las disidencias armadas que controlan la región, de paso sacar a los campesinos para facilitar el camino para la construcción de la represa Los Arrieros del Micay.
El cañón de Micay ha estado bajo el dominio de grupos ilegales durante casi dos décadas. Inicialmente, el frente sexto de las Farc controlaba la zona, pero actualmente es la columna Carlos Patiño, una disidencia del Estado Mayor Central, la que ejerce el poder. Este grupo, liderado por alias Iván Mordisco, mantiene su influencia debido a la importancia económica de la región, principalmente por los cultivos de coca.
El departamento del Cauca, donde se encuentra el cañón de Micay, es una zona crítica para el narcotráfico. En los municipios de Argelia y El Tambo, se estima que hay alrededor de 16.000 hectáreas de cultivos de coca. Según declaraciones de Pedro Alarcón, líder social del Cauca, la economía local depende en un 90% de estos cultivos, generando ingresos significativos para los grupos ilegales.
La operación Perseo ha desplegado cerca de 1.400 efectivos de fuerzas especiales para recuperar el control de esta área clave para el país. Este esfuerzo militar busca desmantelar la estructura de poder de las disidencias y restablecer el orden en la región, afectada por la violencia y el narcotráfico, después expulsar al campesinado para construir la represa Arrieros del Micay.