Se trata de la aprehensión de un oficial y un patrullero tras ser sorprendidos en el sitio donde tenían secuestrado a este comerciante de Norte Santander.


El secuestro del comerciante Álvaro Antonio Páez Ortiz, registrado el pasado 12 de octubre, quien es propietario de panaderías en los municipios de Ábrego y Ocaña, en norte de Santander, deja en vilo el buen nombre de la Policía.

La retención del comerciante se presentó cuando se movilizaba en un vehículo particular entre los municipios de Ocaña y Ábrego. En un punto conocido como Oropoma, sujetos armados lo obligaron a descender y se lo llevaron con rumbo desconocido.

De este caso se conoció que los secuestradores exigían a su familia 100 millones de pesos por su liberación. Todo lo hacían a través de llamadas telefónicas y mensajes intimidantes.

Las llamadas extorsivas permitieron rastrear al comerciante hasta una finca en zona rural de Ábrego, donde el Gaula y el Ejército realizaron una operación de rescate.

En el lugar fueron capturadas seis personas, entre ellas el patrullero de la Policía Nacional Yordan Rangel Mora. Durante la investigación también fue detenido el capitán Isaac de Jesús Carmona Meléndez, quien había sido comandante de la Policía en Ábrego.

«A pesar de que aún no se conocen muchos detalles frente a la presunta participación de los dos uniformados en este secuestro, la judicialización de estas dos personas avanza y se espera que en las próximas horas, desde la dirección de la Policía Nacional, se brinden más detalles de lo ocurrido», informaron varios medios de comunicación de Norte de Santander.

También se pudo establecer, el oficial, que había pedido un permiso por calamidad familiar, fue sorprendido en una vivienda del municipio con una granada en su poder.

«Posiblemente, el capitán Carmona habría solicitado, para la fecha del secuestro del comerciante, un permiso para atender asuntos familiares, mientras que el patrullero que están involucrados en este caso, estaría suspendido desde hace varios meses, por otros hechos que son materia de investigación», agregaron los medios de comunicación.

Las autoridades aseguran que el capitán habría planeado el secuestro junto a presuntos integrantes de grupos armados. Los dos policías y los otros implicados fueron puestos a disposición de la justicia, mientras el comerciante ya se encuentra sano y salvo al lado de su familia.

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