¿Serán pertinentes estas palabras? ¿Es legal que este condenado por la justicia adelante esta clase de declaraciones? Lo cierto que es un periodista se presta para darle eco a las palabras de este delincuente.
La reciente aparición en video del empresario Andrés Gustavo Ricci, condenado a 45 años y siete meses de prisión por el feminicidio agravado de la deportista, empresaria y su esposa Luz Mery Tristán, ha generado una ola de indignación pública y rechazo en las redes sociales.
El canal de YouTube creado por Ricci, desde el cual emitió un mensaje dirigido a los hijos de la víctima, despertó controversia en el país no solo por su contenido, sino también por el hecho de que fue grabado mientras el autor del crimen se encuentra privado de la libertad tras ser hallado culpable de este feminicidio.
En la grabación, Ricci afirma: “Soy quien causó la muerte de Luz Mery Tristán en un desafortunado accidente, en un acto de irresponsabilidad”, minimizando el carácter doloso del hecho por el cual fue condenado.
Consultado por un medio nacional, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, confirmó que el video fue grabado el pasado 8 de abril dentro de un centro penitenciario, con la autorización expresa de un juez.
Según la entidad, la solicitud fue realizada por un periodista, quien ingresó acompañado de un camarógrafo y equipo de grabación profesional.
A pesar de esta autorización, expertos en derecho penal consultados advirtieron que, si bien la libertad de expresión también aplica para personas privadas de la libertad, esta debe estar sujeta a un control riguroso, especialmente cuando podría revictimizar o afectar la dignidad de las personas cercanas a la víctima.
Organizaciones de mujeres y colectivos en contra de la violencia de género expresaron su repudio ante la difusión del material. Señalan que este tipo de contenido no solo reabre heridas en los familiares de las víctimas, sino que también envía un mensaje erróneo sobre la gravedad de los feminicidios en el país.
En el video, Ricci se dirige directamente a los hijos de Luz Mery Tristán, pidiendo perdón y asegurando que “no fue su intención acabar con la vida de mamá”. También califica lo ocurrido como un “accidente” y un “error de gran calibre”, pese a haber sido hallado culpable por la justicia.
Frente a la controversia, distintos sectores han hecho un llamado a no difundir el contenido, al considerarlo una afrenta contra la memoria de Luz Mery Tristán y un posible acto de revictimización.