El líder político fue despojado de su vehículo en un retén ilegal. El hecho ocurre tras el envío de carta del Gobernador sobre la inseguridad que se vive en esta región del país. 



El diputado Víctor Armero fue despojado de su vehículo. Y es que el asambleísta fue víctima de un grupo armado al margen de la ley que hurtó dos camionetas, una de ellas asignada a él y a su esquema de seguridad, además de despojarlo de sus pertenencias personales.

El grave hecho delictivo se registra después de que el gobernador Octavio Guzmán enviara una carta urgente al presidente Gustavo Petro advirtiendo el colapso de la seguridad en esta zona del país, misiva que hasta el momento no ha tenido eco en la Casa de Nariño, mientras tanta las comunidades caucanas y sus líderes están atrapados entre los grupos armados al margen de la ley.

Y es que este hecho representa un nuevo desafío a la institucionalidad, toda vez que el diputado Víctor Armero terminó en un retén ilegal ejecutado por un grupo armado al margen de la ley en el sector de Párraga, antes de llegar a “Donde Canta La Rana”.

“El incidente derivó en el hurto de dos camionetas, una de ellas perteneciente a mi esquema de seguridad, y el despojo de todas mis pertenencias personales, incluidos celulares y documentos. Este es un ataque directo a la dirigencia política regional y que confirma los temores expresados recientemente por la administración departamental: la capacidad operativa en el territorio ha sido desbordada”, denunció el líder político.

El diputado Armero, aunque salió ileso, fue retenido momentáneamente mientras los sujetos armados tomaban control de los vehículos. El modo de obrar refleja el dominio territorial que ejercen estos grupos ilegales en corredores estratégicos, donde la presencia del Estado se ha vuelto intermitente o nula.

El robo al diputado no es un hecho aislado, sino el síntoma más reciente de una escalada violenta que parece no tener freno. La situación cobra una gravedad política mayor al considerar el contexto inmediato: apenas hace unos días, el Gobernador del Cauca, Jorge Octavio Guzmán Gutiérrez, emitió un S.O.S. al Gobierno Nacional que, según fuentes de la Gobernación, ha sido recibido con silencio por parte del presidente Gustavo Petro.

Hay que indicar que el pasado 19 de noviembre, el mandatario seccional envió una Carta Abierta al presidente Petro, ministros y la comunidad internacional. En el documento, al cual tuvo acceso a la prensa, Guzmán expuso un panorama desolador:

«En las recientes semanas, hemos sido testigos de más de 17 ataques a diversos municipios, que han puesto en riesgo a la población civil, a la misión médica, a nuestros niños y mayores… La presión criminal que hoy se ejerce sobre el departamento exige decisiones inmediatas», reza la misiva oficial.

El Gobernador fue enfático en señalar que, aunque el Cauca tiene voluntad y liderazgo, «la capacidad institucional y operativa ha sido desbordada». Sin embargo, la respuesta desde Bogotá no ha llegado, y los hechos de hoy parecen ser la respuesta de los grupos ilegales ante la falta de acción contundente del Estado.

Las 7 peticiones urgentes del Cauca

En su comunicación, la Gobernación del Cauca planteó siete puntos críticos para intentar frenar el desangre del departamento, los cuales hoy cobran más vigencia tras el ataque al diputado Armero:

Mayor capacidad operativa: Refuerzo de la Fuerza Pública en zonas rojas.
Protección de corredores: Acciones preventivas claras, especialmente en la Vía Panamericana.
Militarización permanente: Garantizar la movilidad en la vía Panamericana, motor de la economía regional.
Protección a la Misión Médica: Y resguardo a liderazgos sociales.
Coordinación de alto nivel: Presencia directa del Gobierno Nacional en el territorio.
Verificación de DD.HH.: Misión permanente de respeto al DIH.
Inversión social: Acciones integrales para prevenir el reclutamiento.

La carta advierte explícitamente sobre las amenazas de las disidencias de las FARC (estructura Iván Mordisco) y otros actores, asegurando que «no van a impedir nuestras peticiones permanentes de fortalecimiento de la seguridad». Lamentablemente, la realidad en las carreteras hoy demuestra que los actores armados siguen imponiendo su ley.

“El asalto a un diputado en funciones no es delincuencia común; es un mensaje de control territorial. Cuando un grupo armado tiene la capacidad de instalar un retén, identificar un objetivo político, despojarlo de su esquema de seguridad (camioneta blindada) y retirarse sin confrontación, se evidencia una fractura grave en la inteligencia y reacción de la Fuerza Pública. Que esto ocurra días después de que el Gobernador advirtiera oficialmente al Presidente sobre esta situación exacta, plantea serios interrogantes sobre la priorización del Cauca en la agenda de seguridad nacional”, expresó por su parte William Campiño.

La comunidad caucana, gremios y sectores políticos se encuentran a la expectativa de un pronunciamiento oficial tanto del Gobierno Nacional como de la Policía y el Ejército. El silencio administrativo desde la Casa de Nariño frente a la carta del 19 de noviembre pesa hoy más que nunca.

Mientras el diputado Víctor Armero se recupera del impacto de este suceso, la pregunta que resuena en Popayán y en todo el departamento es: ¿Qué más debe ocurrir para que las 7 peticiones del Gobernador Guzmán sean atendidas y se recupere el orden en el Cauca?

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