En Popayán, las comunidades, autoridades y organizaciones sociales oraron al Santo Ecce Homo para que ayude a construir la paz.
A Lina María Meneses Herrera, quien nos enseñó de Dios para perdonar a los responsables del asesinato de un destacado líder social del Cauca.
Por eso, y atendiendo el clamor de los ciudadanos, la iglesia católica y la alcaldía de Popayán lideraron una rogativa al Patrono, como forma de apoyar las iniciativas que se adelantan para detener la guerra.
De ahí que este domingo 26 de noviembre once pasos con la imagen del Ecce Homo recorrieron las principales calles de la capital del Cauca, luego de misa masiva en la Catedral Nuestra Señora de la Asunción.
«En esta lucha por la reconciliación y la paz no podemos solos, necesitamos a Jesús para que como pastor de nuestro pueblo, nos ayude a encontrar el perdón y de esta forma vivir tranquilamente en el Cauca y en el país», expresó monseñor Ómar Alberto Sánchez, arzobispo de Popayán en medio la liturgia adelantada bajo este urgente propósito.
Miles y miles de ciudadanos atendieron este llamado y se agolparon en la casa de Dios, incluso en sus alrededores, para escuchar ese mensaje, porque están cansados de la violencia, la misma que destruye hogares, dejando a veces imborrables heridas en los corazones.
Se dispuso de una pantalla en la entrada de la Cateral, para que nadie se quedara por fuera de esta fiesta religiosa: abuelos, pensionados, jóvenes, indigentes, periodistas, todos dejaron en manos del Santo Ecce Homo la fuerza necesaria para cumplir con esta tarea.
«Debemos acercarnos a nuestro santo patrono, porque como él, estamos heridos, golpeados, humillados, pero él, con ese infinito amor al padre celestial, nos invita a seguir creyendo que el perdón y la reconciliación como hermanos si es posible», agregó el líder religioso, mientras que muchos se acercaban a los once pasos dispuestos en la entrada del templo para pedir por la salud, el dinero, el amor, la familia.
Oraron con fe, porque es posible que las dos mesas de diálogos que adelanta el gobierno nacional con la guerrilla del ELN y las disidencias de las Farc permitan dejar atrás el horror de la guerra, pero claro, el mensaje también incluyó el compromiso de cada caucano o colombiano de aportar para tal fin.
«Somos agente de paz, de cambio, cada trabajador, profesional, estudiante, habitante de calle, en fin, cada ciudadano es un agente de paz, quien puede aportar a esa tarea de construir un país tranquilo, un Cauca donde quepamos todos desde la diferencia», fueron las palabras que concluyeron el sermón, luego de bendecir el cuerpo y la sangre de Cristo, en un acto que muchos terminaron aplaudiendo.
Esta actividad se salió de la normalidad, porque aún no es Semana Santa ni otra fecha religiosa especial pero la urgencia de aportar a la paz del Cauca y Colombia llevó a romper la tradición e invitar a las comunidades a bajar los pasos del Ecce Homo, para reunirlos en un solo punto y luego adelantar una procesión, mientras que los líderes católicos realizaron un santo rosario masivo, como forma de pedir por la paz.
No es para menos, mientras en Popayán la gente clamaba por un fin de conflicto, desde el municipio de Buenos Aires se confirmaba la muerte violenta de un firmante de paz en medio de un combate. A pesar de la trágica de la noticia, muchos no se amilanaron y acompañaron el recorrido de los pasos, portando una vela, camisetas blancas o figuras de nuestro señor Jesucristo.
«Solo él puede hacer la obra, que sean sus planes para que podemos vivir bien como hermanos, desde el perdón poder superar los obstáculos, para tener una región tranquila», expresó una creyente ante los periodistas que este domingo ya no cubrieron el balance la violencia, sino esa gran procesión de paz que convirtió la jornada como un aporte a ese gran esfuerzo de la Paz Total.
No se midieron en gastos, y los pasos de municipios como El Tambo y Timbío, como de los barrios Bello Horizonte, El Uvo, Cajete o Julumito, entre otros, fueron adornados como si se tratara de la Semana Mayor, y todos, como pueblo, los cargaron como forma de pedirle que ayude a conquistar este propósito, desde la «Fe, que es la certeza de lo que se espera, con la convicción de lo que se no ve».
Para esta jornada, la cual empezó desde este sábado 25 de noviembre con eucaristías en todas las iglesias de la ciudad, también se unieron comerciantes, la empresa privada, organizaciones sociales y hasta la misma fuerza pública.
«Como autoridades locales nos unimos a esa tarea de contribuir a la reconciliación del Cauca, lo hacemos como ciudadanos que invitamos a compartir este mensaje de esperanza, con la bendición de Dios, pero lo más importante, atendiendo el clamor de los ciudadanos y ciudadanas, quienes son los llamados a ser agentes de cambios, de paz», expresó el alcalde de la Ciudad Blanca, Juan Carlos López Castrillo.
Luego, uno a uno, los pasos recorrieron las principales calles de la ciudad hasta terminar de nuevo en las iglesias del sector histórico o de los templos de los barrios, cuyas campanas repicaron como señal que llegan los tiempos de vivir en comunidad, como hermanos, los mismos que caminaron mientras participaban en ese santo rosario, el cual llegó hasta los corazones duros de aquellos que poco creen, pero que también desean que la violencia sea un tema del pasado, superando los odios desde el perdón y aportando a esa noble causa.