Es un hecho que el poderoso Donald Trump envió su Ejército para ingresar a esa nación para «combatir el narcotráfico».



La esquiva organización criminal y delictiva, conocida como El Cartel de los Soles y a la que Washington atribuye vínculos
 con el Gobierno de Nicolás Maduro, es uno de los grupos relacionados con el narcotráfico que el Gobierno de Donald Trump quiere borrar del mapa con el reciente envío de un gran contigente militar al Caribe que ha disparado la tensión con Caracas.

En las últimas horas,  Washington dio un paso más y anunció que lo designará como organización terrorista extranjera (FTO, en inglés), después de ya haberlo catalogado como un grupo terrorista global especialmente designado (SDGT) en el pasado mes de julio.

Aunque las autoridades estadounidenses hablan de la existencia de este grupo integrado por militares venezolanos (el nombre procede supuestamente de las insignias que lucen los generales) desde los noventa, las averiguaciones de la Administración de Control de Drogas (DEA) no se oficializan hasta marzo de 2020, durante el primer mandato de Trump.

Es entonces cuando el Departamento de Justicia reconoce formalmente que el cartel existe y asegura que Maduro y el titular de Interior venezolano, Diosdado Cabello, son sus líderes, algo que la Administración Trump reiteró el pasado julio.

Bajo este argumento, Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de 50 millones de dólares por información que permita la captura de Maduro y otros dirigentes del cartel.

Mientras tanto, Caracas niega rotundamente la existencia del grupo, algo en lo que coincide Colombia, y acusa a Washington de difamación con el objetivo de desestabilizar Venezuela, dejando abierto el escenario de una intervención militar.

Gobiernos como los de Daniel Noboa, en Ecuador; Javier Milei, en Argentina, o Santiago Peña, en Paraguay, reconocen a la banda también como organización terrorista, mientras que el presidente colombiano, Gustavo Petro, defiende que el cartel «no existe» y que el responsable de traficar cocaína desde la región es en realidad un grupo que dice que está integrado por capos que operan desde Europa y Medio Oriente.

El centro de investigación independiente sobre criminalidad y narcotráfico InSight Crime describe al Cartel de los Soles como un grupo que no es «jerárquico ni ideológico» y cuya estructura «está constituida por una red difusa de células» incrustadas en los poderes públicos venezolanos, especialmente en el Ejército.

Estados Unidos ha desplegado cerca de las costas venezolanas más de 4.000 militares, entre ellos unos 2.000 marines, además de tres destructores (USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson), tres buques de transporte anfibio (USS Iwo Jima, USS San Antonio y USS Fort Lauderdale), el crucero lanzamisiles USS Lake Erie y el submarino de propulsión nuclear USS Newport News.

Además, recientemente llegó al Caribe el portaaviones USS Gerald R. Ford, el más poderoso de la flota estadounidense, para acompañar esta operación que Washington ha bautizado como Lanza del Sur.

En esta misma movilización se enmarcan, según la Casa Blanca, los ataques contra lanchas supuestamente vinculadas al narcotráfico que se suceden desde septiembre y que ya han matado a más de ochenta personas, acusados de ser narcotraficantes por la Administración Trump.

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