El exsecretario del Senado obtuvo una aplastante mayoría y fue respaldado por 95 senadores.


No hubo sorpresas en la jornada política de hoy. Tal como estaba previsto, este miércoles 2 de octubre la plenaria del Senado eligió a Gregorio Eljach como nuevo procurador General de la Nación en reemplazo de Margarita Cabello.

El exsecretario del Senado, quien fue ternado por el presidente Gustavo Petro, obtuvo una aplastante mayoría y fue respaldado por 95 senadores de 103 que participaron. Hubo tres votos en Blanco, tres por Luis Felipe Henao y dos por Germán Varon Cotrino.

En sus palabras como ganador, Eljach, quien asumirá en enero próximo, agradeció al presidente Petro: “Gracias a la oportunidad que me brindó el señor presidente, que decidió distinguir a un hijo de la lejana provincia de La Guajira para llegar a tan alta distinción”.

Eljach, con una amplia carrera en el Congreso, estuvo en la Secretaría del Senado desde el 2012 y conoce a Petro desde sus inicios como representante, cuando denunció a los paramilitares y parapolíticos en debates que estremecieron al país. Se mantuvo allí viendo los debates más intensos y haciendo relaciones políticas como pocos; es abogado, tiene dos especializaciones en gestión de entidades y derecho público y una maestría en gobierno municipal.

Los partidos o colectividades políticas que apoyaron a Eljach fueron el Pacto Histórico, el Partido Conservador, el Partido de La U, cinco de Comunes y tres de la Alianza Verde.

En una carta dirigida al presidente del Senado, Efraín Cepeda, en septiembre pasado la Presidencia de la República oficializó la nominación de Gregorio Eljach como su candidato en la puja por conquistar la Procuraduría. En dicho proceso, el jurista se midió a Luis Felipe Henao (nominado por el Consejo de Estado) y Germán Varón Cotrino (nominado por la Corte Suprema de Justicia).

En la misiva, Petro señala que, después de revisar las listas de aspirantes del Consejo de Estado y de la Corte Suprema de Justicia, así como la propia del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República –en la que no figuraba Eljach–, resolvió escoger al actual secretario del Senado. Lo anterior, argumentó “con la finalidad de garantizar la independencia de la Procuraduría ante el Gobierno Nacional”.

Aun sin ser el más carismático —en una entrevista reconoció que su carácter es “fuerte, recio”—, Eljach logró abrirse paso en el siempre transitorio Congreso y, a punta de gestión, eficiencia y uno que otro favor, se hizo indispensable y se volvió funcional para los senadores, quienes lo eligieron como nuevo jefe del Ministerio Público: un fortín burocrático de 4.000 funcionarios con un presupuesto de $1,3 billones.

Quien fuera el “notario del Congreso” durante 12 años ininterrumpidos, al que le reconocen que maneja y aplica como pocos la célebre Ley Quinta, que regula el funcionamiento del Parlamento, tiene el perfil que le gusta a la clase política: es reservado, prudente, guarda secretos, es discreto y eficiente.

“Él es básico. Es tosco, seco, no es afable. Pero es muy cumplidor en sus cosas. Si uno va a pedir un permiso al exterior o una licencia, él de inmediato resuelve. Tiene la Secretaría como un relojito, con funcionarios eficientes y empleados que llevan mucho tiempo. Él sabe muy bien su arte”, reconoció un senador que habló bajo el anonimato.

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