REFLEXIÓN ACADÉMICA SOBRE LA VIOLENCIA SIMBÓLICA EN REDES SOCIALES EN COLOMBIA
Por Edilson Huérfano Ordoñez
En Colombia, la interacción social y política ha sido, históricamente, marcada por la violencia, la polarización y la desconfianza hacia las instituciones. En los últimos años, con el auge de las redes sociales, estas dinámicas se han trasladado al mundo digital.
Las plataformas virtuales, que inicialmente emergieron como escenarios para mejorar la participación ciudadana, la denuncia y el acceso a la información, se han convertido en espacios donde la agresión simbólica y la hostilidad cotidiana son prácticas normalizadas.
Este fenómeno merece ser analizado desde la psicología social y política, pues refleja no sólo la manera en que los colombianos gestionamos el conflicto, sino también cómo se reproducen formas de violencia simbólica que impactan en la cultura política del país.
Redes sociales: De la denuncia legítima al “sicariato virtual”
Autores como Pierre Bourdieu han señalado que la violencia no siempre requiere armas; existe también una violencia simbólica que opera a través del lenguaje, los gestos y los discursos.
En Colombia, las redes sociales se han convertido en un espacio donde la crítica y la denuncia se transforman con frecuencia en ataques personales, estigmatizaciones y linchamientos virtuales.
Este fenómeno ha generado la percepción de que los problemas estructurales —como la corrupción o la ineficacia del Estado— pueden resolverse con publicaciones y protestas digitales. Sin embargo, esta ilusión de participación política muchas veces reemplaza la acción organizada y la construcción de alternativas reales por una catarsis virtual sin efectos tangibles en la vida pública.
Contradicción social y transmisión de la violencia
La psicología social, con estudios de Serge Moscovici, ha mostrado cómo los discursos colectivos influyen en la conducta individual. En este sentido, en Colombia se observa una contradicción profunda: pedimos a los niños no ser violentos, pero los adultos reproducimos diariamente mensajes de confrontación, polarización y desprecio hacia el otro en redes sociales.
De esta forma, el llamado a los grupos armados para que detengan sus enfrentamientos convive con un escenario ciudadano donde libramos nuestras propias batallas virtuales. El resultado es una guerra simbólica que, aunque no derrama sangre, genera exclusión, odio y una cultura de deshumanización.
Políticos y redes: Cortinas de humo digitales
La psicología política, en la línea de Harold Lasswell, advierte que el uso de la comunicación política puede convertirse en propaganda, manipulando emociones para ocultar la ausencia de programas serios.
En Colombia, muchos líderes han trasladado la arena política a las redes sociales, donde la confrontación y el escándalo se convierten en estrategias para ganar visibilidad, creando cortinas de humo que distraen a la ciudadanía de los verdaderos problemas nacionales.
Este vaciamiento del debate político, reducido al ataque personal o a la publicación incendiaria, erosiona la democracia deliberativa que autores como Jürgen Habermas consideran esencial para la legitimidad del sistema político.
Conclusión
El caso colombiano muestra cómo las redes sociales, en lugar de convertirse en espacios para la deliberación racional, se han transformado en escenarios de violencia simbólica.
La cultura política digital reproduce las mismas dinámicas de confrontación que vivimos históricamente en las calles y en la vida institucional.
La psicología social enseña que el cambio comienza en los pequeños gestos de respeto y reconocimiento mutuo, mientras que la psicología política recuerda que la democracia no se sostiene en el ruido de la agresión, sino en la capacidad de transformar las diferencias en acuerdos.
Si no logramos superar la contradicción de exigir paz en los territorios mientras nos atacamos en lo digital, seguiremos siendo una sociedad atrapada en una espiral de violencia que, aunque cambie de escenario, mantiene intacta su esencia destructiva.
EDILSON HUÉRFANO ORDOÑEZ
Candidato a doctor en Comunicación
Universidad de la Plata Argentina
Centro de Investigación Orlando Fals Borda
Universidad de la Tierra.