Iota llega a El Salvador convertido en depresión.
Iota salió de Honduras en la madrugada de este miércoles 18 de noviembre, convertido en depresión tropical y se internó en El Salvador, de donde cruzará al Pacífico y se disolverá, dejando severos daños y lluvias que continuarán afectando con mayor incidencia el occidente hondureño, informó una fuente oficial.
«Esperamos que en las próximas horas Iota abandone Centroamérica en el Pacífico dejando bandas de precipitaciones a nivel nacional», dijo a periodistas Víctor Ortega, del departamento de Pronósticos de la estatal Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
Agregó que las mayores precipitaciones se centrarán en el occidente y que zonas como el extenso valle de Sula, en el norte, y en Tegucigalpa, centro, las fuertes lluvias , aunque son menores que las del martes, pueden representar alto riesgo.
El fenómeno ha causado el desborde de ríos, inundaciones, rotura de carreteras, puentes y derribo de árboles y tendidos eléctricos, entre otros daños.
Las lluvias han cesado en el departamento de Gracias a Dios, al este, en el Caribe y fronterizo con Nicaragua, que comenzó a ser azotado desde el domingo.
También han cesado las precipitaciones en una parte del departamento de Colón, también en el Caribe, colindante con Gracias a Dios.
Hasta ahora solamente se conoce, de manera extraoficial, el fallecimiento de una niña en el sector de Brus Laguna, departamento de Gracias a Dios, por el derribo de varias casas y árboles.
El fenómeno se sumó al huracán Eta que, convertido en huracán categoría 4, entró por Nicaragua en la primera semana de noviembre, dejando mayores daños en Nicaragua, Honduras y Guatemala.
En el caso de Honduras, Eta y Iota han afectado a más de tres millones de personas, según registros de la Copeco, a los que se suman cerca de 100.000 evacuados y pérdidas materiales y económicas que no han sido cuantificadas, pero que podrían superar los 3.000 millones de dólares, según analistas.
(EFE)