La crisis en Oriente Próximo se agrava tras la invasión de Líbano y la respuesta de Teherán. Las alarmas suenan en todo el país y los proyectiles iraníes alcanzan zonas habitadas, algo que hasta ahora no había ocurrido.
El ejército israelí confirmó este martes 1 de octubre que Irán lanzó misiles hacia esa nación, después de que Estados Unidos advirtió que un ataque por parte de la república islámica era inminente.
“Hace unos momentos se lanzaron misiles desde Irán hacia el Estado de Israel”, indicó el ejército en un comunicado de prensa, agregando que las sirenas de alerta antiaérea sonaron en todo el país, incluida Jerusalén.
Según la información preliminar, la primera oleada de ataques incluyó el lanzamiento de 100 misiles, así como ataques terrestres en modalidad de guerra de guerrillas. En una estación de Tranvía de Tel Aviv fueron asesinadas cuatro personas.
El conflicto en Oriente Medio ha alcanzado un nuevo pico de tensión. El martes 1 de octubre, los Guardianes de la Revolución iraníes lanzaron una dura advertencia a Israel tras atacar Tel Aviv con misiles balísticos.
These are our hypersonic systems, catch them if you can! pic.twitter.com/VrIZsNcW25
— Iran Military (@IRIran_Military) October 1, 2024
El régimen iraní advirtió que cualquier represalia por parte de Israel sería respondida con “ataques demoledores”, lo que ha desatado preocupaciones sobre un conflicto regional de mayores dimensiones, el mundo posiblemente está en la entrada de la tercera guerra mundial.
Este nuevo capítulo en la creciente tensión entre Irán e Israel comenzó con el asesinato del líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, en medio de un bombardeo israelí sobre un suburbio del sur de Beirut.
Este ataque no solo golpeó el liderazgo del grupo armado libanés, sino que también acabó con la vida Abas Nilforushan, un alto comandante de la fuerza Qods de Irán, encargada de las operaciones exteriores del país.
Dropping bombs on children and assassinating guests is not difficult, stopping hypersonic missiles on the other hand is quite challenging! pic.twitter.com/DJzBOJncJx
— Iran Military (@IRIran_Military) October 1, 2024
La respuesta de Irán no tardó en llegar. En un comunicado difundido por los Guardianes de la Revolución, se anunció el lanzamiento de decenas de misiles balísticos hacia objetivos clave en Israel, en lo que calificaron como una represalia por la muerte de Nasralá y Nilforushan.
Según medios estatales iraníes, se trató de un ataque directo al corazón de los “territorios ocupados”, un término que Teherán usa para referirse a Israel.
La televisión estatal iraní transmitió las imágenes de los misiles lanzados con un tono de celebración, incluso acompañando la transmisión con música patriótica y felicitaciones al pueblo iraní por lo que consideran un acto de defensa legítima.
Sin embargo, la respuesta israelí no se hizo esperar, con la promesa de seguir adelante en su ofensiva, aunque aún no ha lanzado una réplica directa a los ataques.
Hay que indicar que la muerte de Hassán Nasralláh marcó un antes y un después en la creciente tensión. El líder de Hezbolá durante más de tres décadas, era una figura clave en el Líbano y un aliado estratégico de Irán.
Su muerte en un ataque aéreo israelí no solo descabezó el movimiento chiíta, sino que aumentó la presión sobre Teherán para reaccionar, dada su alianza con Hezbolá y su papel en la región como un actor influyente.
Iran hit israel pic.twitter.com/J6Ixndgixx
— Muhammad Smiry 🇵🇸 (@MuhammadSmiry) October 1, 2024
El guía supremo iraní, Ali Jamenei, expresó su profundo pesar tras el asesinato de Nasralláh, prometiendo que “su muerte no será en vano” y que esto solo fortalecerá la resistencia contra Israel. Estas declaraciones subrayan el compromiso de Irán con la causa de Hezbolá y su lucha contra Israel, así como la importancia de Nasralá dentro del llamado “eje de resistencia” liderado por Irán.
Paralelamente, Estados Unidos adoptó una postura de advertencia. Horas antes del ataque de misiles iraníes, el gobierno de Joe Biden ya había señalado que Irán estaba planeando un ataque inminente contra Israel. Un funcionario de la administración estadounidense confirmó que, tras la ofensiva israelí en el sur de Líbano, Teherán estaba preparando una represalia.
Biden y su equipo de seguridad nacional se reunieron de forma urgencte para analizar la situación, y decidieron desplegar a la Fuerza Aérea en un intento de interceptar los misiles iraníes que se dirigían a Tel Aviv, confirmaron desde Estados Unidos,
El presidente estadounidense fue tajante en su advertencia a Teherán: un ataque directo contra Israel tendría “graves consecuencias”, en un intento de frenar una escalada mayor en la región, pero esto no dio resultado.
Irán ha justificado su ataque bajo la premisa de que fue una acción en “legítima defensa”, amparándose en la Carta de Naciones Unidas y en la supuesta violación de su soberanía, refiriéndose tanto al asesinato de Ismail Haniya en julio, como al de Nasralláh. Según Teherán, ambos eventos constituyen provocaciones que no pueden quedar sin respuesta.
Por otro lado, Israel ha mantenido su postura firme de que estos ataques son necesarios para garantizar la seguridad nacional. Desde que estallaron los enfrentamientos en Gaza, el 7 de octubre, Israel ha insistido en que las ofensivas tanto en Gaza como en el sur de Líbano son medidas defensivas, destinadas a neutralizar las amenazas de Hamás y Hezbolá, respectivamente.
Combates que se registran en la zona rural de Toribío, Cauca, tienen acorraldas a las comunidades indígenas. Soldados y disidentes de las Farc combaten en zonas como Tacueyó y Chimicueto. @mapias15 pic.twitter.com/XJjj1OiSoV
— Hoy|Noticias (@HoyNoticias2) October 1, 2024
Israel argumenta que Hezbolá, armado y financiado por Irán, representa una amenaza existencial para su seguridad y que el asesinato de Nasralláh fue un golpe necesario para debilitar al movimiento libanés. Sin embargo, esta acción ha desencadenado una espiral de violencia que ahora amenaza con desbordarse en un conflicto regional de gran escala.
Con las tensiones en aumento, el futuro del conflicto entre Israel e Irán sigue siendo incierto. Aunque ambas partes parecen prepararse para una confrontación prolongada, el riesgo de una guerra regional total se cierne sobre Oriente Medio.
La intervención de actores como Estados Unidos en apoyo de Israel solo añade una capa más de complejidad al conflicto, mientras que la amenaza de “ataques demoledores” por parte de Irán plantea la posibilidad de una escalada aún mayor.
El asesinato de Nasralá es el catalizador de este nuevo capítulo en el conflicto entre Israel e Irán, y el desenlace sigue siendo incierto. Mientras tanto, la región sigue al borde del abismo, con el temor de que un conflicto de mayores proporciones pueda desencadenarse en cualquier momento.
