Esta noticia se confirmó tras el hallazgo del cadáver de la víctima, reportada en un primer momento como desaparecida por los familiares.



En la ciudad de Cali, desde el pasado domingo 6 de abril, las autoridades trataban de dar con el paradero de Jorge Hernando Uribe Bejarano, de 74 años de edad, desaparecido en situaciones extrañas luego de haber sido visto por última vez en el barrio Santa Mónica Residencial.

Sin embargo, este miércoles 16 de abril su hermano Juan Carlos Uribe confirmó que el cuerpo sin vida hallado en días recientes en la zona rural de Cali sí corresponde a su familiar.

“Esta noticia nos ha dejado devastados y en estado de shock. Les pedimos que nos acompañen en nuestras oraciones y pensamientos en este difícil momento”, informó su hermano en una publicación de Facebook.

De acuerdo con los seres queridos, el domingo 6 de abril, Jorge Hernando Uribe fue visto por última vez en el barrio Santa Mónica Residencial de Cali. Ese mismo día, almorzó con su hermano.

Según relata su hermano, Jorge Hernando se despidió alrededor de las 3:15 p. m., con la intención de entregar unas cajas relacionadas con su trabajo en la organización de eventos como bodas y bautizos. Sin embargo, esa fue la última vez que lo vio.

En las horas posteriores, la familia inició a preocuparse al no recibir noticias de él. La búsqueda comenzó de inmediato, sin embargo, no fue sino hasta el 13 de abril cuando las autoridades lograron avanzar en el caso.

De acuerdo con el comandante de la Policía Metropolitana de Cali, brigadier general Carlos Oviedo, la investigación comenzó con un análisis minucioso de cámaras de seguridad que registraron los últimos movimientos del empresario. “A través de videos y testimonios, nos dirigimos al corregimiento de Navarro, donde encontramos su vehículo. Después de varias investigaciones, llegamos hasta la vereda El Estero”, informó el brigadier general.

El hermano de Jorge Hernando, Juan Carlos Uribe, expresó que la falta de sus pertenencias personales, como su reloj Cartier y una camándula de San Benito, le daba una mínima esperanza de que no se tratara de su ser querido. “No encontramos sus cosas, por eso guardamos la esperanza de que pueda no ser mi hermano”, dijo hace algunos días.

“Yo siempre le compartía una oración por las noches y él me respondía. Esta vez no lo hizo. Ahí lo supe”, contó Juan Carlos en diálogo con El País, luego de que este miércoles 16 de abril se confirmara, tras una prueba de ADN, que el cuerpo calcinado hallado en el suroriente de Cali el sábado pasado era, en efecto, el de su hermano.

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