El Cauca es ahora un territorio extremadamente peligroso para las mujeres. No lo dice la presa, lo confirman las cifras: son más de 30 mujeres asesinadas en este 2025.
Los indígenas del sector de Honduras, en la zona rural del municipio de Morales, en el departamento del Cauca, lucha de manera conjunta para contrarrestar la violencia de género en su territorio, de ahí que capturaron a los responsables del feminicidio de tres comuneras de esta parte del centro del departamento.
Por eso, y como lo confirman líderes ancestrales de este municipio, en las últimas horas de este domingo 20 de julio fue capturado el presunto asesino de Aída Dámaris Flor Camayo, integrante de la guardia indígena y hermana de uno se los coordinares Universidad Autónoma Indígena Intercultural, UAIIN.
La mujer, quien vivía en la vereda El Jordán de esa población, fue atacada con arma de fuego en su propio sitio de habitación, hecho registrado en noche del pasado viernes 18 de julio, denunciaron familiares de esta ciudadana, quien falleció a raíz de esta situación.
De acuerdo con testimonios de los pobladores de esta vereda, el presunto autor del crimen fue un hombre de la zona quien, tras ejecutar el asesinato, huyó del sitio.
De ahí que la guardia indígena de este resguardo, acompañada por la comunidad local y autoridades tradicionales, iniciaron un amplio operativo para localizar al responsable, mientras brindaban el apoyo necesario a la familia de la víctima.
Por eso, y en ese ejercicio de control en su territorio, el señalado feminicida fue detenido el pasado fin de semana y dejado a disposición del cabildo, el cual adelantará la correspondiente audiencia comunitaria para determinar qué sanción recibirá y el tiempo que deberá cumplir en un establecimiento carcelario.
Posteriormente, y gracias a la unión de todos los pobladores de esta vereda, el responsable de este doble feminicidio fue aprehendido y dejado a disposición de las autoridades de este resguardo.
“Una vez más, alzamos la voz exigiendo justicia, urge erradicar todos los tipos de violencia que se ejercen en contra de las mujeres indígenas y sobre todo, aplicar los mandatos que tanto se han conversado y que, estos dolores no se convierta en un instrumento para hacer discursos vacíos. Abrazamos con fuerza a la familia Flor Camayo, les acompañamos en este terrible dolor que causa este feminicidio. También a las otras familias víctimas de estas agresiones estamos con ellas, por eso ahora exigimos a toda voz, justicia y acciones concretas para enfrentar a la violencia”, expresaron los integrantes del Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric.