Es una realidad la violenta presión del mandatario estadounidense a la hora de censurar a los periodistas de ese país.


La repentina suspensión del presentador de “late night” Jimmy Kimmel por parte de la poderosa cadena ABC, presionada directamente por los integrantes de la Comisión Federal de Comunicaciones, FCC, refleja nuevamente la influencia del presidente Donald Trump para someter a los medios, la industria del entretenimiento y las plataformas digitales a sus intereses, utilizando la presión política para acallar críticas y sancionar a las instituciones que percibe como contrarias a él.

La medida, que se presentó después de los comentarios de Kimmel sobre el asesino del activista conservador Charlie Kirk, ha sacudido a las industrias de medios y entretenimiento del país de las libertades, los Estados Unidos, e intensificado los temores sobre la libertad de expresión luego de que el presidente de la FCC designado por Trump, Brendan Carr, amenazó con revocar las licencias de transmisión de las estaciones que transmitan lo que él llamó «basura».

Las principales empresas de medios de comunicación y tecnología ahora están controladas por partidarios de Trump o por empresarios multimillonarios que apoyaron al mandatario durante su investidura, donaron a su fondo inaugural o visitaron la Casa Blanca con regalos.

Oracle, del multimillonario donante republicano Larry Ellison, forma parte de un consorcio de inversores con ventaja para tomar el control de las operaciones estadunidenses de la plataforma de intercambio de vídeos TikTok. Esta semana, la administración Trump anunció que había acordado un marco para un acuerdo con China que permitiría la venta de los activos estadunidenses de TikTok para continuar operando en los Estados Unidos.

Empresas como CBS, Meta Platforms y las páginas editoriales del Washington Post y Los Angeles Times han realizado cambios editoriales u operativos tras la reelección de Trump que sientan las bases para una cobertura menos adversaria del presidente.

“En la actualidad, hay un giro constante hacia la derecha en gran parte de nuestros principales medios de comunicación en Estados Unidos”, ilustró Victor Pickard, docente de política mediática y economía política en la Escuela de Comunicación Annenberg de la Universidad de Pensilvania. “Preveo que esto seguirá ocurriendo. No hay nada que lo contrarreste”, agregó el académico.

La decisión del pasado miércoles 17 de septiembre por la noche marca la segunda vez desde la reelección de Trump que Disney, la empresa matriz de ABC, toma medidas en respuesta a comentarios emitidos al aire, para complacer a Donald Trump.

En diciembre, las directivas del ABC News anunciaron donar 15 millones de dólares a la biblioteca presidencial de Trump para resolver una demanda que este presentó por las declaraciones del presentador George Stephanopoulos en relación con las denuncias de abuso sexual presentadas contra Trump por la escritora E. Jean Carroll.

«Están todos aterrorizados», dijo Steve Kroft, quien fue corresponsal de «60 Minutes» durante mucho tiempo, citando específicamente el noticiero de la franja nocturna. «Lo que más me asusta de esta administración es su mentalidad retaliativa, la de perseguir a sus enemigos. Y creo que claramente están atacando a los periodistas. Esa es su prioridad».

Disney se negó a hacer comentarios. Reuters no pudo confirmar de forma independiente la rentabilidad del programa de Kimmel.

Jimmy Kimmel tiene la libertad de hacer los chistes malos que quiera, pero una empresa privada no tiene la obligación de perder dinero produciendo un programa impopular”, informó la integrante del área de comunicaciones de la la Casa Blanca, Abigail Jackson.

“El producto basura de Jimmy Kimmel no es un problema de libertad de expresión; es un problema de talento”.

La presión del poder presidencial sobre los medios tradicionales surge después de que los conservadores lograron presionar a las plataformas digitales para que redujeran la moderación de contenidos que consideraron sesgados.

Elon Musk adquirió Twitter en 2022, plataforma que lo había vetado a Trump por «incitación a la violencia» tras los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos, y prometió restaurar la «libertad de expresión» en la plataforma.

Con el nombre «X», Musk eliminó su equipo de Confianza y Seguridad en favor de un sistema que permite a sus usuarios verificar publicaciones y restableció las cuentas de conservadores que previamente habían violado las políticas de Twitter.

De acuerdo con una investigación de los académicos de la Universidad de Queensland, el contenido de la plataforma se ha vuelto más derechista desde la adquisición.

Meta Platforms disolvió su programa de verificación de datos de terceros en los Estados Unidos, cambios que afectaron a Facebook, Instagram y Threads. La compañía eligió a Dana White, aliado de Trump y director ejecutivo de la compañia de artes marciales mixtas UFC, para su junta directiva, y elevó al destacado ejecutivo de políticas republicanas Joel Kaplan como jefe de asuntos globales.

“Hemos llegado a un punto en el que hay demasiados errores y demasiada censura. Es hora de volver a nuestras raíces en torno a la libertad de expresión», expresó el director ejecutivo Mark Zuckerberg en el pasado mes de enero.

Más allá de las licencias de transmisión, las fusiones de medios que involucran a emisoras locales requieren directamente de la aprobación de la FCC.

David Ellison, hijo de Larry Ellison, un veterano partidario de Trump, ayudó a obtener la aprobación regulatoria para que su empresa Skydance Media adquiriera Paramount, con la promesa de que la cadena CBS reflejaría las diversas perspectivas ideológicas de la audiencia estadunidense.

Antes del acuerdo, Paramount pagó 16 millones de dólares para resolver una demanda de 2024 que Trump presentó por una entrevista en “60 Minutes” con la exvicepresidenta Kamala Harris, que, según él, ofrecía una visión distorsionada de su rival por la Casa Blanca.

La FCC dijo que el acuerdo y la revisión regulatoria no estaban relacionados.

La semana pasada, la compañía anunció el nombramiento de su nuevo defensor de audiencias, Kenneth R. Weinstein, expresidente y director ejecutivo del conservador Hudson Institute.

Se informa que Paramount está en conversaciones para adquirir el portal de noticias The Free Press —de tendencia conservadora y sionista— y nombrar a su fundadora, Bari Weiss, como líder de CBS News.

La excolumnista de opinión del conocido New York Times se ganó un gran apoyo nacional al desafiar lo que considera la «izquierda antiliberal» y el «wokismo».

Ahora Paramount está preparando una oferta para adquirir Warner Bros Discovery, hogar de CNN, mientras que el gigante de la nube de Larry Ellison, Oracle, está en juego para comprar TikTok, lo que pondría una herramienta de comunicación clave que llega a 170 millones de estadunidenses en manos de un multimillonario conservador.

Al ser interrogada sobre las acusaciones de un giro hacia la derecha en CBS, una portavoz de la empresa Paramount,  directivas remitieron a Reuters a los comentarios previos del director ejecutivo, David Ellison, sobre la neutralidad política de la cadena. «Somos una empresa de entretenimiento, ante todo», declaró Ellison.

 «Todos —izquierda, derecha, jóvenes, mayores— son su público. No voy a estar en la posición de hacer declaraciones políticas sobre dichos temas», expresó el ejecutivo.

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