Las comunidades esperan que los soldados se retiren de sus territorios, mientras que la fuerza pública insiste en mantener en varios puntos del Cañón de Micay.


Los integrantes de la Tercera Brigada del Ejército confirmaron en la tarde de este domingo 22 de junio que, en total, hay 57 uniformados retenidos por la comunidad del Cañón del Micay, específicamente en el corregimiento de La Hacienda, en el municipio de Argelia, Cauca.

La cifra, que creció el doble en cuestión de horas, fue confirmada por fuentes oficiales a través de un comunicado de prensa.

De acuerdo con el Ejército, los hechos empezaron el pasado 21 de junio, cuando tropas de la Fuerza de Despliegue Rápido No. 4 fueron el blanco de una asonada de la población civil, cuando se enfrentaban a muerte contra los disidentes del frente Carlos Patiño de las Farc.

De acuerdo con fuentes del Ejército, los hombres tenían la misión de dar con el paradero de un líder del frente, Carlos Patiño de las disidencias de las Farc, pero a raíz de la intensidad de las confrontaciones, esto fue imposible.

En esa primera acción, explicó la Fuerza Pública, fueron retenidos cuatro uniformados. El caso, sin embargo, fue escalando con el paso del tiempo. Para la tarde de este domingo 22 de junio, “en un movimiento que estaban realizando hacia zona urbana del corregimiento El Plateado, un nuevo grupo de militares fue interceptado y rodeado por aproximadamente 200 personas”, explicó el Ejército.

Varias fuentes del Ejército denunciaron que la población estaría siendo amenazada por este frente de las disidencias y, en consecuencia, habrían sido obligados a retener a los militares (por eso se habla de retención y no secuestro). En total, agregó el comunicado, “cuatro suboficiales y 53 soldados profesionales permanecen privados de su libertad”.

“La Tercera División del Ejército exhorta al respeto por las instituciones del Estado y rechaza categóricamente la utilización y constreñimiento de las comunidades por parte de grupos armados, así como toda forma de violencia contra la Fuerza Pública”, se puede leer en la comunicación. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, pidió la liberación inmediata de los militares.

En su cuenta de X, escribió: “La Constitución política de Colombia es clara. Nadie puede retener a alguien, excepto las autoridades legítimas del Estado y según el marco legal. Lo demás es secuestro así lo intenten maquillar”. Por su parte, el comandante el Ejército, el general Luis Emilio Cardozo Santamaría, rechazó los hechos.

“Ningún acto ilegítimo contra la libertad de nuestras tropas será tolerado. Denuncio que la población civil está siendo usada, intimidada y obligada a servir como escudo humano por estos grupos armados ilegales que pretenden desestabilizar la región. Exijo la liberación inmediata de nuestros hombres”, escribió en su cuenta de X.

Después, tras confirmarse esta retención, el presidente Gustavo Petro también compartió un mensaje, buscando una salida negociada y pacífica a situación, la cual amenaza en convertir en una abierta confrontación entre las comunidades campesinas y la fuerza pública.

«Le solicito al campesinado de La Hacienda, Argelia, Cauca, dejar de creer en actores armados que obedecen extranjeros. El diálogo con el campesinado está abierto para transitar a economías lícitas. Los violentos quieren que golpeemos al pueblo, para tener la excusa de generalizar el conflicto, nosotros queremos generalizar la paz, pero liberar a los soldados, que son sus propios hijos, es imperativo», expresó el mandatario de los colombianos, a través de las redes sociales.

Mientras tanto, los líderes campesinos de esta parte del Cañón del Micay, denunciaron la campaña de estigmatización contra las comunidades de esta parte del suroccidente del Cauca, las cuales se oponen a la presencia de la fuerza pública en una zona a la que se le prometió, por parte del presidente Petro, inversión social como forma de dejar atrás la violencia.

“Nos tratan de guerrilleros, cuando lo que estamos es protegiendo a esos soldados, para que no los masacren en nuestro territorio, acá lo que hacemos es un acompañamiento humanitario a la hora velar por la salida de estos soldados de nuestras veredas, sí quieren entrar, que primero ingresen los programas sociales que anuncia el gobierno nacional”, son parte de los mensajes que los líderes sociales comparten con los periodistas de la región.

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