Cientos de feligreses y líderes mundiales se reunieron para dar el último adiós al primer pontífice latinoamericano.
El Papa Francisco murió el pasado lunes 21 de abril por la mañana, hora del El Vaticano, a los 88 años de edad, esto tras haber estado gravemente enfermo y hospitalizado por varios meses.
Su última aparición pública fue el Domingo de Ramos, donde bendijo a las personas que se encontraban esperando la oración.
A las 5:30 horas de la mañana de este sábado, la cola para acceder a la Plaza de San Pedro ya estaba completamente volcada. Muchos pensaban que los más de dos kilómetros de la cola de la capilla ardiente del Papa Francisco difícilmente serían superados, pero este sábado Roma amenció con miles de fieles deseosos en participar en el funeral del Santo Padre.
El Vaticano ha blindado su seguridad y nunca antes la Via della Conciliazione pareció tan inexpugnable, gracias a las medidas de seguridad.
Mientras los periodistas y comunicadores sociales del mundo se reunieron sobre la terraza del brazo de Carlo Magno, los seguidores del papa ingresaron a la Plaza de San Pedro, bañada por el sol del mayo romano. Poco a poco iban apareciendo en la parte superior de la plaza los cardenales y las distintas autoridades políticas del mundo, que situadas a izquierda y derecha del Altar se acercaron al centro de la cristiandad para despedir al Papa Francisco.
A las 5:30 horas de la mañana la fila para acceder a la Plaza de San Pedro ya estaba abarrotada. Muchos pensaban que los más de dos kilómetros de la cola de la capilla ardiente del Papa Francisco difícilmente serían superados, pero este sábado Roma ha amanecido con miles de fieles que querían participar en el funeral del Santo Padre. El Vaticano ha blindado su seguridad y nunca antes la Via della Conciliazione pareció tan inexpugnable.
Mientras los periodistas se agolpaban sobre la terraza del brazo de Carlo Magno, los fieles han ido entrando a la Plaza de San Pedro, bañada por el sol del mayo romano. Poco a poco iban accediendo a la parte superior de la plaza los cardenales y las distintas autoridades políticas, que situadas a izquierda y derecha del Altar han querido acercarse al centro de la cristiandad para brindar su último adiós al Papa Francisco.
Desde las ocho de la mañana la plaza ha vivido un momentgo inusual, y no es para menos. Hace doce años por el balcón de la Logia vaticana se asomaba Jorge Mario Bergoglio, como el primer pontífice del continente latinomericano. Fue entonces cuando pronunció ese «parece que mis hermanos Cardenales han ido a buscar al Obispo de Roma casi al fin del mundo…, pero aquí estamos. Agradezco la acogida».
El recibimiento, entonces, se ha manifestado a lo largo de esta jornada, que queda para el recuerdo en el calendario de la Santa Sede. Francisco fue sin duda el primero de muchas cosas, entre ellas una iglesia que no le roba a los demás y que está al lado de las personas, sin importar condición sexual o política.
Fue, entonces, el cardenal Giovanni Battista Re el encargado de conducir la liturgia exequial y tras el funeral, el cuerpo de Francisco ha sido llevado por un cortejo fúnebre cruzando el centro de Roma hasta la basílica de Santa María La Mayor, donde decidió reposar por ser muy devoto de la Virgen ‘Salus Populi Romani’.
En cuanto al cónclave, todavía no se ha fijado oficialmente una fecha, si bien la legislación vaticana establece que debe comenzarse en el plazo máximo de 20 días tras la defunción del papa —el 21 de abril—, por eso se espera que los cardenales se encierren en la Capilla Sixtina entre el día 5 de mayo, cuando termina el luto, y el día 10, cuando se cumple el plazo de los 20 días sin papa.