Esta alerta fue adelantada con el fin de que las naciones de occidente adelanten las acciones que permitan la llegada de estas ayudas.
Este lunes 9 de junio el portavoz de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, Farhan Haq, alertó sobre la actual situación que amenaza con agravar la ya devastadora crisis humanitaria en el enclave palestino, bajo asedio constante de Israel.
«Las reservas de combustible en Gaza son críticamente bajas, la ONU advierte de que, a menos que se encuentre una solución en los próximos días, toda la operación de ayuda podría paralizarse», informó Haq en una sesión informativa, subrayando la «presión» que esta carencia ejerce sobre los servicios esenciales en Gaza.
El vocero de la ONU denunció además que las autoridades israelíes han denegado en repetidas ocasiones la reposición de las reservas de combustible necesarias para el funcionamiento de la ayuda para estas comunidades. Esta acción se enmarca en la reanudación de los ataques israelíes contra la Franja de Gaza desde la noche del 18 de marzo, tras un alto el fuego de dos meses.
Cerca de 6 millones de raciones de comida distribuidas en una semana en Gaza:
Como parte de un esfuerzo liderado por EE.UU., la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) empaca alimentos y los distribuye en puntos confiables dentro de la Franja.
Esta ayuda llega directo a los civiles… pic.twitter.com/eKXvhd3sdC
— Israel en Español (@IsraelinSpanish) June 3, 2025
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, justificó la decisión de reanudar la ofensiva alegando que el movimiento palestino Hamás se negó a aceptar un plan estadounidense para prorrogar el alto el fuego y liberar a los rehenes. Sin embargo, en el mismo mes, Israel interrumpió el suministro eléctrico a la planta desalinizadora de Gaza y bloqueó el acceso de camiones con ayuda humanitaria, aunque posteriormente autorizó un ingreso limitado de asistencia ante la presión internacional.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, justificó la determinación de reanudar la ofensiva argumentando que el movimiento palestino Hamás se negó a aceptar un plan estadounidense para prorrogar el alto el fuego y liberar a los rehenes.
A pesar de esto, en el mismo mes, Israel interrumpió el suministro eléctrico a la planta desalinizadora de Gaza y bloqueó el acceso de camiones con ayuda humanitaria, aunque posteriormente autorizó un ingreso limitado de asistencia ante la presión internacional.
