Las comunidades ancestrales de esta parte del país proponen un espacio de diálogo con los grupos armados que tienen presencia en esta parte del país para detener la violencia contra sus integrantes y líderes. El comisionado de paz brilló por su ausencia. 



En el municipio de Toribio, las comunidades indígenas del norte del Cauca presentaron la Propuesta de Diálogo para Defender la Vida en el Norte del Cauca, una apuesta desde el territorio para frenar la violencia y construir paz con dignidad.

A pesar de que este un llamado de la región al país, a este evento no asistió el comisionado de Paz, Otty Patiño, causando molestar entre este sector social al considerar que no existe un compromiso de este funcionario con las iniciativas de paz que se generan desde los territorios.  

Este es un llamado al Gobierno y a la comunidad internacional para que respalden esta propuesta que nace desde la palabra, la resistencia y el cuidado de la Madre Tierra, indicaron varios representantes comuneros.

«En las conversas sostenidas con todas las comunidades de nuestros territorios, llegamos a la decisión plantear la propuesta de iniciar una especie de diálogos para el norte del Cauca, buscando dejarle claro a los grupos armados, legales e ilegales, que nuestro propósito es conservar la vida, de ahí todos los resguardos y cabildos llegamos a San Francisco, Toribío, para presentar esta iniciativa a más de diez países y organismos humanitarios para cumplir con ese propósito», explicó el líder indígena Mauricio Capaz.

De ahí que para plantar esa posibilidad de diálogo de paz para el norte del Cauca, se adelantó una actividad con todos los integrantes de la guardia, autoridades ancestrales y demás mayores de estas comunidades, buscando dejar claro que los indígenas están dando la batalla para detener la violencia en sus territorios y detener el etnocidio o genocidio de su pueblo, acción delictiva adelanta de manera sistemática por los grupos armados al margen de la ley como son las disidencias de las Farc, el frente 57 Yair Bermúdez, el ELN y otros.

«Este fenómeno de exterminio ya lo denunciamos ante la Fiscalía, tribunales de otros países y otras instancias internacionales, de ahí que al ver que este etnocidio continúa, nosotros como pueblos indígenas tomamos la decisión de adelantar esta especie de diálogo de paz para el norte del Cauca, respetando la ley y demás disposiciones para esta clase de actividad», agregó Mauricio Capaz.

Las razones para detener esta guerra son suficientes: alrededor de las 9:00 am de este lunes 11 de agosto, en la vereda Pedregal del municipio de Caloto, fue asesinado Germán Andrés Yule Ramos de 22 años de edad, oriundo del territorio de Toribío, quien se desplazaba en un vehículo tipo volqueta a realizar sus labores. German Andrés integraba la Banda Fiestera de Tacueyó e hijo de un guardia Indígena.

Este y otros asesinatos de comuneros, guardias, médicos tradicionales, sabedores y mayores de estas comunidades obligaron a las comunidades del norte del Cauca a iniciar esta propuesta para detener este baño de sangre.

De ahí que este jueves 14 de agosto se reunieron en el territorio San Francisco para anunciar esta actividad al mundo, pero también para anunciar la puesta en marcha de la minga hacia adentro, con la cual busca enfrentar el fenómeno del reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes de estas comunidades. Hasta el momento son alrededor de 700 de estos casos en los últimos años, de ahí que los indígenas busquen detener esta práctica.

Por eso esperan una respuesta del gobierno de Gustavo Petro para fortalecer esta iniciativa, no sin antes mostrar la molestia a la no asistencia del comisionado de paz Otty Patiño a este evento, a pesar de las reiteradas invitaciones que le plantearon.

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