El mandatario de los colombianos trabaja en una serie de medidas que incluyen la eliminación de miles de hectáreas de cultivos de uso ilícito y la creación de una comisión internacional para hacer un balance de la violencia.
Durante el Consejo de Ministros adelantado el pasado lunes pasado 3 de marzo, el mandatario de Colombia, Gustavo Petro, presentó una iniciativa para impulsar la recuperación de la zona del Catatumbo, región norte del departamento de Santander que ha sido históricamente golpeada por la violencia de los grupos armados al margen de la ley.
En una sesión emitida por la televisión, Gustavo Petro mencionó que el cultivo de la hoja de coca en la región es una de las causantes que explican la violencia que la asola hace meses a esta región. Por lo que uno de los objetivos de su plan de recuperación para el Catatumbo es la eliminación de aproximadamente 25.000 hectáreas de hoja de coca estas poblaciones del norte del país. Algo que equivalente a poco menos del 50 por ciento de las plantaciones existentes.
«Esa violencia no es solo por ser frontera, sino porque básicamente hay 55.000 hectáreas sembradas de hoja de coca; nuestro objetivo es erradicar la mitad en el lapso de tiempo que dejan los decretos de conmoción interior», detalló el mandatario en su mensaje.
Desde el pasado 24 de enero, Gobierno declaró conmoción interior en esa región de Colombia para atender a las familias afectadas por la guerra.
Petro también dijo que su Gobierno no logrará el objetivo «por los métodos tradicionales de fumigación», sino que será a través de «pagos por erradicación voluntaria de cultivos».
Además de las medidas de la sustitución de plantación de hoja de coca por semillas legales, Petro también rescató la necesidad de «sacar la producción ilícita de los mercados». Según el mandatario, para esto es necesario reforzar la presencia militar en la región y terminar con la construcción de dos carreteras que conectan el Catatumbo con el centro del país.
Para adelantar su ambicioso plan de recuperación en el Catatumbo, el jefe del gobierno del Cambio reveló que su estrategia necesitará unos 2,7 billones de pesos, recurso que va a salir de la recaudación de impuestos específicos, como a los juegos de azar en línea, a la exportación de carbón y petróleo, además del impuesto al timbre.
«Casi que podría decir que la paz de Colombia pasa por la decisión voluntaria del campesino cultivador de hoja de coca de erradicar el cultivo. Ahí se encuentra la paz de hoy», manifestó el presidente en su mensaje.
Y es que dentro las mismas propuestas presidenciales para avanzar en la pacificación del Catatumbo, Petro sugirió impulsar la creación de una comisión internacional, independiente de Casa de Nariño, que pueda hacer un balance sobre el nivel de la violencia en la región y contabilizar correctamente los datos de las víctimas y desplazados causados por la guerra.
Tras los actos violentos protagonizados por miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en contra del Frente 33 de las disidencias de las extintas FARC – y firmantes del proceso de paz – dentro del Catatumbo, los conteos oficiales arrojan al menos 71 fallecidos y más de 55.000 personas desplazadas.
Sin embargo, el mandatario reconoce que las defunciones posiblemente están «mal contadas», remarcando la tesis de que el ELN usa fosas comunes para enterrar cuerpos.
«El balance tendría que hacerse, ojalá, con una comisión internacional, de Naciones Unidas, independiente, sobre la violación del derecho internacional humanitario, DIH, en el Catatumbo una vez estabilicemos la zona», explicó el jefe de Estado colombiano, calificando al estallido de violencia en la región como un problema de «soberanía nacional».