Son más de siete horas del hostigamiento a la fuerza pública en este municipio del norte del Cauca.


A esta hora, los combates continúan intensos en el área urbana del municipio de Buenos Aires, al norte del departamento de Cauca. Según informes de la Policía, más de cien disidentes del frente Jaime Martínez de las FARC han tomado el control de la zona, atacando “sin piedad” y copando a los uniformados que se encuentran acorralados.

Los hechos comenzaron durante la madrugada, cuando se lanzaron explosivos desde drones, una táctica que ha desatado el caos en el municipio. «Los compañeros fueron copados hasta encerrarlos», relató un oficial de policía que trabaja en la región. La situación escaló rápidamente a medida que los insurgentes colocaron cargas explosivas en cilindros abandonados en los accesos viales, luego pinchando más de 40 vehículos y bloqueando las rutas alternas para evitar el ingreso de refuerzos.

El alcalde Paulo César Peña ha calificado estos actos como «demenciales», comparando la toma actual con la registrada en Mitú. «Esto es algo cruel que uno no sabe cómo explicarle a los niños, porque destruyen así el pueblo», expresó el mandatario local mientras brindaba reportes preliminares sobre la situación, que ya supera las seis horas de enfrentamientos.

En medio del desespero, los disidentes han pedido la mediación de representantes de la iglesia católica para negociar la entrega de los policías acorralados. Se reportan heridos entre los insurgentes, quienes reciben atención de sus compañeros de armas mientras continúan lanzando más explosivos desde rampas improvisadas en vehículos.

La capacidad bélica de este grupo armado, considerado ilegal, ha superado a las fuerzas policiales presentes, dejando a los uniformados en una situación crítica y sin saber si han perdido a algunos de sus compañeros en el enfrentamiento.

Ante esta alarmante situación, el ministro de Defensa, general retirado Pedro Arnulfo Sánchez, anunció el despliegue de más soldados y policías en la zona, subrayando la urgencia de contrarrestar a los guerrilleros. «Frente al ataque terrorista contra la Estación de Policía de Buenos Aires, hemos ordenado el despliegue de todas las capacidades de la Fuerza Pública», afirmó, añadiendo que esta violencia es alimentada por toda la cadena del narcotráfico en Colombia.

La comunidad observa con temor y angustia estos acontecimientos, donde la lucha entre el Estado y los grupos al margen de la ley parece estar lejos de una resolución pacífica. En un país herido por décadas de conflicto, cada día se vuelve más evidente que el camino hacia la paz aún es largo y complicado.

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