El también comunero del resguardo de Tacueyó estaba reportado como desaparecido en el norte del Cauca.


En el municipio de La Plata, Huila, fue encontrado sin vida el firmante de paz Sergio Vivas, de 40 años de edad, quien fue reportado como desaparecido desde el pasado 10 de enero, tras ser secuestrado por delincuentes fuertemente armados en la vía que comunica el corregimiento El Palo con el municipio de Toribío,  al norte del Cauca.

El caso se sumó al crimen de William Alvarado Guzmán, ocurrido el pasado primero de enero en zona rural de Garzón. La víctima un firmante de paz, quien de buena fe dejó las armas en el marco del proceso de diálogo con el entonces presidente Juan Manuel Santos Calderón.

La familia de Sergio Vivas había completado cinco días sin conocer de su paradero luego de que sujetos fuertemente armados lo secuestraran. Al parecer, la víctima se dirigía hacia su residencia a bordo de una motocicleta DR 150 de color morado, cuando a eso de las 5:50 p.m. del pasado 10 de enero de 2025 fue interceptado por antisociales desconocidos en el sector de El Pajarito. Allí, lo habrían intimidado y obligado a tomar hacia otra dirección en contra de su voluntad.

A raíz de esto, los integrantes de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, Acín, mediante un comunicado de prensa, alertó lo sucedido, haciendo un llamado de atención al Gobierno Nacional para que desarrollaran acciones de carácter humanitario para el esclarecimiento del paradero del excombatiente e integrantes del resguardo de Tacueyó y lograran su pronto regreso al lado de su familia.

Después, la solicitud fue extendida a la Defensoría del Pueblo, quien había emitido la alerta temprana 019/24, en la que señala que hay una fuerte presión y amenaza contra firmantes del acuerdo final de paz en proceso de reincorporación por parte de la guerrilla del ELN y de las disidencias de las Farc.

El documento publicado el 30 de julio de 2024  advertía sobre la inminente situación de riesgo de vulneración a los derechos a la vida, libertad, integridad y seguridad e infracciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH), en la que se encuentra la población residente y en tránsito, tanto en zonas rurales como en los cascos urbanos de los municipios de Miranda, Corinto, Caloto, Toribío y Jambaló, ubicados en la zona norte del departamento del Cauca.

El día 12 de enero, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) instauró en Santander de Quilichao la respectiva denuncia por el delito de desaparición forzada. Desde ese momento se activaron todas las labores de búsqueda en el departamento del Cauca y sur del Valle.

Inesperadamente, el cadáver fue encontrado el pasado miércoles 15 de enero a 30 minutos del casco urbano del municipio de La Plata, Huila. Al respecto, un vocero de la Policía confirmó: “Se tuvo conocimiento por parte del jefe de información de la Estación de Policía de La Plata sobre el hallazgo de un cuerpo sin vida en la vía nacional que, del municipio de La Plata, Huila, conduce al municipio de Inzá, Cauca, a la altura de la vereda Aránzazu”.

Allí, la comunidad reportó a las 5:45 de la tarde el avistamiento de un cuerpo sin vida de una persona de sexo masculino tirado al costado de la vía que presentaba dos impactos de arma de fuego en su cabeza.

A lugar no llegaron las autoridades por la marcada presencia de los grupos armados al margen de la ley, por lo que coordinaron con los integrantes de una funeraria para que trasladaran los restos a la morgue de la localidad.

Ante el macabro hallazgo, los miembros del Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, publicó: “Hallan cuerpo sin vida con señales de violencia extrema en la vía del Libertador. El 15 de enero fue encontrado un cuerpo con impactos de bala y manos atadas en El Fraile, entre La Plata, Huila, e Inzá, Cauca. Las autoridades investigan el homicidio, que refleja la grave crisis de seguridad en la región. Este hecho resalta las constantes amenazas y violencia que afectan tanto a los comuneros como a los transeúntes de esta vía”.

Luego de las respectivas diligencias, se confirmó que se trataba del comunero del Resguardo Indígena de Tacueyó y excombatientes de las extintas Farc, quien estaba desaparecido desde ese 10 de enero.

Durante las indagaciones se logró recolectar información sobre los móviles del hecho, en el que testigos aseguraron que el fallecido fue arrojado por personas que se movilizaban en dos vehículos tipo camioneta de color blanco y negro.

El CTI de la Fiscalía General de la Nación ejecutó los actos urgentes y se encuentra en el proceso de investigación para esclarecer lo ocurrido. Es importante mencionar que en la zona hay amplia injerencia del Grupo Armado Organizado Residual GAO-R frente Ismael Ruiz del Bloque Central Isaías Pardo de las disidencias de las Farc, como también el frente Dagoberto Ramos.

Vivas, quien es el firmante número 8 asesinado en el 2025, registraba 11 anotaciones, de las cuales dos de ellas como indiciado por los delitos de rebelión y fabricación, tráfico y porte de armas de uso privativo de las fuerzas armadas. Las otras 9 anotaciones registran como víctima-denunciante por los delitos de desaparición forzada, constreñimiento ilegal, desplazamiento forzado, amenazas y peculado por apropiación.

Este caso se suma al crimen del señor William Alvarado Guzmán, ocurrido en medio de una riña el pasado 1 de enero del 2025 en jurisdicción del municipio de Garzón.

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