Pobladores de Santander de Quilichao y Caloto están en medio de las explosiones y ametrallamientos, los cuales comenzaron desde la tarde este lunes 23 de septiembre y se extendieron incluso en la mañana de este martes.


Temor entre las comunidades de la zona rural de los municipios de Santander de Quilichao y Caldono, en el norte del Cauca, por los enfrentamientos que se registraron en esta parte del departamento.

De acuerdo con el relato de los pobladores, desde la tarde de este lunes 23 de septiembre se presentaron confrontaciones ent re el Ejército y disidencias de las Farc en sectores como Vilachí, El Carmén y Santa Isabel, poblaciones que están ubicadas en el resguardo de Canoas.

“Mucho miedo porque esas balaceras suceden en medio de las casas y sitios comunales, entonces a uno le toca esconderse de cualquier forma para no ser víctima de una bala perdida”, relató un comerciante de la zona rural de Santander de Quilichao.

De hecho se conoció un video donde la gente del lugar, escondida en una humilde vivienda, clama a Dios al momento de los ametrallamientos.

“Bastante tensa la situación, y como comercializo leche por las veredas de la zona todas las mañanas, pues quedé en el fuego cruzado, me tocó resguardarme como una especie de salón comunal hasta que ya me percaté que podía salir hasta un sitio más transitado y seguro”, relató un pequeño comerciante de este municipio.

Estas situaciones, agrega el este repartido de leche y líderes indígenas de la zona, comenzaron desde la tarde de este lunes 23 de septiembre cuando a la zona arribaron varias unidades militares.

“Eso de esos combates son en Santa Isabel, El Carmen, Vilachí, donde la tropa de se les metió a los guerrilleros, y como desde este lunes estaban enfrentados, entonces hoy en la mañana nos tocó volver a vivir esa zozobra de las balaceras, más cuando se presentan entre las casas, las fincas, donde la gente debe esconderse como puede”, agrega el comerciante.

Hay que recordar que también en Caloto, Cauca, se presentaron estas confrontaciones. De hecho las comunidades indígenas reportaron que un explosivo cayó cerca a una vivienda de la vereda El Porvenir.

De acuerdo con la información aportada por el Tejido de Defensa de la Vida y los Derechos Humanos de la Acín, los graves hechos se presentan desde ayer lunes en el territorio indígena de Huellas, zona rural de este municipio.

“Desde las 4:00 p.m. de ese día, se presentan intensos combates entre el Ejército Nacional y el Frente Dagoberto Ramos en la vereda El Porvenir, zona 3 del resguardo de Huellas. Durante los enfrentamientos, que incluyeron el uso de ráfagas de fusil y explosivos, un artefacto conocido como «tatuco» cayó a solo diez metros de una vivienda donde se encontraban dos niños, de 2 y 5 años, junto a su madre”, informaron desde dicha organización comunera.  

Los representantes indígenas agregaron que la explosión causó aturdimiento en los ocupantes de la vivienda y provocó graves daños en esta última, como la rotura de los vidrios y perforaciones en el techo a causa de las esquirlas.

“Ante el riesgo inminente, la familia tuvo que abandonar el lugar en busca de refugio mientras los combates continuaban. Este incidente representa una grave violación al Derecho Internacional Humanitario, al tratarse de un ataque contra la población civil y sus bienes”, agregaron los integrantes esa organización de la Acín.

Por eso reiteraron que el uso de explosivos no convencionales en zonas habitadas pone en riesgo directo la vida de los residentes, especialmente de menores de edad que se encuentran en condiciones de extrema vulnerabilidad.

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