La familia que integra esta entidad muestra su gran compromiso con el bienestar de noventa adultos mayores que están bajo la protección y cuidado de esta entidad.
Amor y diversión durante la celebración de la Semana del Adulto Mayor en el hogar San Vicente de Paúl de la ciudad de Popayán, donde los cerca de 90 abuelos y abuelas que forman esta gran familia se integraron para demostrar que aún tienen muchas fuerzas para jugar e integrarse.
“Somos gran comunidad que con esa intensidad de la vida nos integramos en una serie de actividades culturales, deportivas, pedagógicas y otras buscamos crearles espacios de sana diversión entre nuestros abuelos y abuelas, porque ellos tienen mucha alegría en sus corazones, sus almas están más vivas que nunca”, explica la psicóloga Sandra Ibarra, directora de este hogar geriátrico, uno de los dos certificados por las autoridades competentes por la calidad de sus servicios.
De ahí que en la mañana de este martes 26, estos adultos mayores participaron activamente en los diferentes juegos tradicionales, como dominó, dardos, canicas, billar, juego de sapo, trompo y otras actividades que terminaron de unir a estos abuelos y abuelas, quienes son los protagonistas del proceso de atención humana y social que adelanta la comunidad que dirige este hogar, buscando el bienestar de este grupo poblacional.
“Acá estamos, con la alegría que tenemos como personas, que aunque hay un paso del tiempo, hay más oportunidades para jugar y divertirse, porque esta clase de actividades son parte de atención a nuestros adultos mayores, buscando mejorar sus estados anímicos y físicos”, agregó la psicóloga Sandra Ibarra, al momento de exponer que también durante semana se adelantará una chocolatada, una paseo a la graja y otras actividades que crear esos espacios de diversión para aquellos que en su momento lo dieron todo para sacar adelante a sus familias y hoy solo están disfrutando los frutos de ese gran trabajo.
Es que esta clase de actividades se cumple porque la ONU estableció el 1 de octubre como el Día Internacional de las Personas de Edad, con el fin de visibilizar y reconocer su contribución y los desafíos que enfrenta. En Colombia, por su parte, esta celebración se cumple en la última semana del mes de agosto, buscando así brindarle un homenaje a este grupo poblacional.
“Primero debemos tener muy claro que hay reconocer y respetar sus derechos y prevenir cualquier forma de maltrato hacia ellos, hacerlos partícipes en la toma de decisiones de su propia vida y de su grupo familiar y de todas aquellas decisiones que afecten su calidad de vida y bienestar. Dejar de infantilizarlo, siempre respetar sus decisiones y no tergiversar los roles que ocupan en la familia, los padres son padres y los hijos siguen siendo hijos; aumentar los cuidados y acompañamiento de acuerdo con el estado de su salud, pero respetando y procurando mantener su autonomía e independencia, pero lo más importante, trabajar para que ellos sean alegres, porque tienen muchos años por vivir”, expresa Brayan Cobo, uno de los profesionales que día a día contribuye con el cuidado de los adultos mayores.
Para cumplir con esta clase de actividades y otras que integran el programa de atención a estos noventa abuelos, son alrededor de 40 profesionales de las diferentes áreas de salud que tienen un solo propósito, que estos adultos mayores vivan plenamente, bajos cuidados que nacen del corazón.