Alcaldía de Cali limita el consumo de sustancias psicoactivas cerca de los colegios y otros lugares públicos, las 24 horas del día.

El decreto distrital prohíbe el consumo, incluida la dosis mínima, en alrededor de escenarios deportivos, iglesias u otros lugares de culto religioso, zonas históricas o de interés cultural en la ciudad.


La Alcaldía de Cali estableció que no se podrá consumir sustancias psicoactivas, ni siquiera la dosis personal, en aquellos espacios en que se pueda perjudicar a niños, adolescentes o las familias.

Estos son centros educativos,  deportivos, iglesias u otros lugares de culto religioso, parques, zonas históricas o declaradas de interés cultural del Distrito de Santiago de Cali.

El decreto establece que el área de restricción comprenderá un perímetro de 200 metros circundantes a los espacios ya mencionados, y que la prohibición de la que trata el documento aplicará durante las 24 horas del día, es decir que será permanente.

Los ciudadanos que infrinjan lo estipulado en el decreto serán sancionados con una medida correctiva tipo 4, es decir, un comparendo que cuesta 693.333 pesos Además, los uniformados de la Policía, inspectores de Policía, corregidores de las zonas rurales y autoridades especiales serán los encargados de aplicar las medidas en el terreno.

Hay que tener presente que el Código de Infancia y Adolescencia, expedido en 2006, sostiene en su artículo 20 que los niños, niñas y adolescentes deben ser protegidos del consumo de sustancias psicoactivas, así como de estupefacientes, alcohol y otras sustancias.

Luego, la sentencia C-127 de 2023 de la Corte Constitucional resolvió que debían ser las autoridades locales quienes regularan el consumo de las sustancias en los espacios públicos. Para este caso, la Alcaldía de Cali.

También el Ministerio de Justicia emitió el año pasado una orden de cumplimiento a las determinaciones tomadas por la Corte. Cali y otras once ciudades del país ya se ciñeron, a través de la firma de estos decretos.

Reacciones frente a esta medida

La receptividad de esta medida  ha sido positiva. Además de las diferentes voces de la ciudadanía que estaban esperando su publicación, el representante a la Cámara por el Valle Christian Garcés también se pronunció.

“Celebramos el decreto 0125 de Alejandro Eder y Jairo García que prohíbe el consumo de sustancias psicoactivas (…). Trabajemos juntos por proteger a nuestros niños, jóvenes y familias”, publicó el congresista en la red social X. 

Mientras que expertos en seguridad también plantearon la necesidad de adoptar otras medidas para acompañar la puesta en marcha de este decreto que prohíbe el consumo de alucinógenos en los espacios públicos de la ciudad. 

“Que tenga 100 por ciento de cobertura en la Cali de hoy es muy poco probable, es como el decreto del parrillero hombre, existe, pero controlarlo es casi que utópico porque la gente, en su imaginario, automáticamente piensa que la seguridad es Policía, Ejército, Tránsito y ya, pero se ignora que otro porcentaje son las campañas de prevención y de cultura”, expresó Iván Carvajal, consultor en seguridad y experto en inteligencia estratégica,

Sin desconocer lo importantes que serán los operativos policiales y los comparendos que se impondrán en estas intervenciones, el especialista señaló que la Alcaldía deberá llegarle a la gente en los barrios con otro tipo de oferta, que incluya la prevención del consumo de sustancias, a través de actividades lúdicas y culturales.

Sobre este asunto, Holbein Giraldo, sociólogo y docente de las universidades del Valle y La Libre consideró que también debe lanzarse una “verdadera” campaña de prevención del consumo desde las instituciones educativas públicas y privadas, por su impacto en la formación de las juventudes afectadas.

“Debe haber una cátedra en las escuelas, colegios y universidades sobre prevención de consumo de sustancias psicoactivas, al igual que debe ser un proyecto transversal al currículum y debe ser manejado por un profesional experto en el tema”, comentó.

En el firmado decreto, la Alcaldía sí reconoce la necesidad de un tratamiento en Salud Pública a través de la Política Distrital de Salud Mental, Convivencia Social y Abordaje de Consumo de Sustancias Psicoactivas.

Al respecto y sin revelar mayores detalles, el artículo Quinto dice que se trabajará en la generación de capacidades comunitarias y factores protectores frente al consumo.

También manifiesta que las Empresas Administradoras de Planes de Beneficios (EAPB) y los actores de las redes de prestadores de servicios de salud deberán fortalecer la accesibilidad a la oferta de salud mental con énfasis en la prevención al consumo.

Estos puntos fueron los destacados por los expertos como los mayores retos del decreto, por lo que indicaron que resta ver cómo se aplican y si logran su cometido en los próximos meses.

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