23 padres de familia del colegio Alemán en Medellín discriminan a las hijas del alcalde Quintero


En pleno siglo XXI y con la democracia mas fuerte y antigua de Latinoamérica, Colombia y su «gente de bien» no dejan de sorprender. 

Este 25 de mayo  la periodista Ana Cristina Restrepo dio a conocer una carta que 23 padres de familia del Colegio Alemán de Medellín    circularon  a través de un grupo de WhatsApp, y en la que rechazaron que la institución privada hubiese admitido a las hijas del suspendido alcalde Daniel Quintero como alumnas del plantel.  

En la carta que fue publicada y denunciada por la periodista, se lee como los padres protestan contra la decisión de inscribir a las niñas en ese plantel educativo.

Los padres y acudientes de los niños del colegio aseguran que su comportamiento    “no es de tinte político, es por principios”.

Parece que a estos padres y madres de familia se les olvida que los niños y niñas tienen el derecho fundamental a la educación y no reconocen que su carta es un documento estigmatizante, discriminatorio y viola ese derecho fundamental que tienen todos los niños de Colombia 

La insultante carta asegura que “tiene carácter estrictamente privado y restringido al círculo de los interesados”, además de advertir que “no se trata de política, ni de partidos ni tampoco de apoyo a candidatos presidenciales, ni menos de poner en entredicho el derecho a la educación.

Los padres de familia aseguran que inscribieron a sus hijos en el Colegio Alemán porque sentían que sus directivas respetaban el establecimiento del empresariado antioqueño, que “ha marcado un camino ético en la forma de hacer empresa, fundamentado en valores como la honestidad, la honradez, la transparencia, el respeto, el esfuerzo, aportando a la sociedad con una activa interrelación empresa-sistema educativo-Estado”.

Por eso, estos acudientes dicen que les sorprende e indigna la decisión de admitir a las hijas del alcalde y su esposa, Diana Osorio, como estudiantes del plantel educativo. Para los firmantes de la carta, la familia de Quintero practica unos valores distintos a los que quieren inculcar en sus hijos, sus compañeros de clase.

Aseguran que “la familia Quintero Osorio se ha hecho públicamente famosa por atacar, descalificar, deshonrar y buscar destruir de manera sistemática y descarada, sin prueba alguna, toda la estructura social y empresarial fundada en los grandes valores antes mencionados”.

De otra parte , llama la atención el calificativo que los padres de familia dan a los niños: » Al Colegio lo hace grande el que los niños sean buenos como producto indesligable de lo buenos que deben ser los principios profesados y practicados por las familias a las que pertenecen

El alcalde  suspendido  replicó la publicación de Restrepo con el mensaje “dolor en el alma”, y su esposa Diana Osorio también se pronun 

 y su esposa

“Escogimos al Colegio Alemán porque queremos que nuestras hijas aprendan de una sociedad que reconstruye su memoria para deconstruir un dolor; que conozcan a un país libre que vive y nutre la diferencia, uno que habla alemán pero también escucha la lengua de millones de migrantes, un país diverso y abierto, un país que es un ejemplo para el nuestro, el cual todavía lucha contra el clasismo, el fascismo, la xenofobia y la aporofobia. Yo estoy segura de los valores liberales que quiero dejarle a mis hijas, ojalá el resto también”, señaló Osorio.

Luego de esa comunicación, los alumnos del Colegio Alemán le  hicieron llegar  DAniel Quintero y su esposa una carta redactada por estudiantes del Colegio ,en la cual rechazan el mensaje del grupo de acudientes.

Los alumnos expresan en la  misiva expresan que “el colegio no se debería involucrar con algo que claramente tiene como objetivo un asunto político y a raíz de este perjudicaría a una niña de prekínder, la cual no tiene entendimiento de la situación”.

Por su parte, el Colegio Alemán publicó su posición. “Nuestra filosofía y principios se basan en la formación del pensamiento crítico, el pluralismo, el respeto por la diferencia y la democracia en nuestros estudiantes. Tenemos un carácter no confesional y apolítico, y reconocemos el derecho fundamental a la educación de niños y jóvenes”. Finalmente, invitó a los padres de familia a usar los canales institucionales para expresar sus inquietudes.

En pleno siglo XXI y con la democracia mas fuerte y antigua de Latinoamérica, Colombia y su «gente de bien» no dejan de sorprender, hablan de principios y valores y excluyen a los niños y niñas del derecho a la educación 

Comentarios en Facebook