Ciudadana esposada por la Policía con bebé en brazos causa indignación nacional.


Hay indignación nacional por el presunto caso de abuso policial contra una mujer que reclamaba su liquidación en una tienda de Jon Sonen, ubicada en La Serrezuela, en el Centro Histórico de Cartagena.

La ciudadana, identificada como Wendy Norelis Álvarez, fue sacada de la reconocida tienda esposada, pese a tener a una bebé en sus brazos e ir con otro pequeño a su lado.

La situación, que ya provocó el pronunciamiento del presidente de Colombia, Gustavo Petro, quedó registrados en vídeo. En el mismo, Álvarez explicó entre lagrimas que no se ha robado nada y que solo estaba reclamando el pago de su liquidación, la cual le adeudan desde hace dos años. Sin embargo, la empresa decidió llamar a la Policía argumentando alteración de orden público.

La mujer, venezolana y de 31 años, detalló que ya interpuso una tutela, pero que la empresa ha decidido no responder. Afirmó que se encuentra desesperada debido a que su situación económica no es la mejor.

El Ministerio del Trabajo también tomó cartas en el asunto. Edwin Palma, viceministro de Relaciones Laborales, sostuvo que personal del ente acudió al sitio y en efecto encontraron una presunta deuda laboral, por lo que se citó a las partes.

Añadió que de paso realizaron una inspección a la tienda, encontrando a uno de los trabajadores, aparentemente, sin seguridad social. Se selló preventivamente el lugar.

En redes sociales Cartagena y la tienda Jon Sonen se hicieron tendencia. Diferentes usuarios promueven la no compra en esta prestigiosa tienda y otros han dado a conocer presuntas irregularidades laborales con algunos trabajadores.

La Policía Metropolitana de esa ciudad explicó que la mujer ingresó al centro comercial en estado de exaltación y allí habría agredido verbalmente a los empleados del lugar, quienes requirieron al cuadrante de policía del Centro Histórico.

Añadieron que en el lugar los uniformados agotaron la mediación policial como vía para intentar resolver el inconveniente. Sin embargo, tras hacer uso de los recursos de mediación y con el propósito de garantizar la protección de la integridad y derechos de los menores de edad, de la misma mujer y de las personas que se encontraban en el establecimiento, los uniformados procedieron a esposarla e impartieron una orden de policía de retiro del sitio.

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