Disidencias de las Farc esperan que el Gobierno Nacional cumpla para iniciar los diálogos de paz.


Los representantes de las disidencias de las Farc plantearon la posibilidad de que el próximo 17 de septiembre se establezca el momento de la instalación de una mesa de negociación con el gobierno de Gustavo Petro.

Así lo expuso Andrey Avendaño, uno de los negociadores de esta organización alzada en armas, quien explicó que esa fecha es tentativa porque consideran que faltan muchos trámites, por parte de las autoridades colombianas, para cumplir con los requisitos mínimos para iniciar los diálogos de paz.

«Por ejemplo, sabemos que es dispendioso las diligencias que permitan la liberación del compañero Alexander Farfán o Gafas como se le conoce, eso no va estar para este 17 y es necesario que esto se dé porque él hace parte del equipo negociador, entonces no es serio con los colombianos decir que ese día empezamos la mesa», explicó el líder rebelde al exponer que ellos tienen siempre la voluntad de paz.

También exponen que esperan que el gobierno lleve el mensaje a Simón Trinidad, en Estados Unidos, si quiere participar en este nuevo proceso de negociación, y si es positiva la respuesta, adelantar las acciones necesarias para que este líder guerrillero regrese al país, así como sucedió con Salvatore Mancuso.

Esas respuestas lo que permiten evidenciar es que ahora el ‘balón’ con que se quiere jugar a la Paz Total con este grupo armado al margen de la ley está en manos del gobierno, quien deberá también garantizar que los procesos con las otras organizaciones armadas marchen bien para que exista tranquilidad en los territorios.

 

«Nuestra consigna siempre es que el cese al fuego es el primer paso para la paz, pero lo que pasa es que en el territorio no solo estamos nosotros, hay otras organizaciones que deben comprometerse porque qué sentido tiene que nosotros silenciemos los fusiles cuando existe la amenaza de las otras organizaciones que están en guerra», agrega Andrey Avendaño.

Estas precisiones las expusieron porque los acercamientos exploratorios entre los enviados del gobierno y los líderes de las disidencias se adelantaron en medio de la guerra que se vive en los municipios nortecaucanos, ahora epicentros de la posibilidad de que estos alzados en armas por fin den ese salto a la legalidad política.

«Nosotros somos las Farc-EP, auténtica, porque nos apartamos del proceso de La Habana porque nunca creíamos que ese era el camino, ya que el secretariado de entonces no consultó con la base guerrillera la forma cómo se negoció con el gobierno de entonces, además empezaron asesinar a nuestros cuadros o comandantes que se mostraron críticos», explicaron otros de los negociadores, proveniente del Magdalena Medio.

Por eso explican que ellos no nacieron con la llegada del gobierno progresista de Gustavo Petro, como los medios de comunicación masivos del país lo venden en sus emisiones noticiosas. Para el 2016 surgieron en el panorama nacional, porque ellos continuaron con la lucha armada como lo establecieron personajes como Manuel Marulanda Vélez.

«Los sectores oficiales vociferan que si alcanzamos un cese al fuego es para fortalecernos, eso es falso. Llevamos siete años de formación política y militar, esto lo hicimos en la estrategia de guerra que nos lanzó el pasado gobierno de Iván Duque, nos tocó resistir desde los territorios y acá estamos más fortalecidos, abriendo la posibilidad de hablar de paz», explican los alzados en armas, quienes ahora controlan los municipios como Suárez, Buenos Aires, entre otros.

Frente al tema sobre el respeto a la población civil, la cual está en medio de esta confrontación, explican que respetan a los ciudadanos que están en los territorios donde ellos tienen presencia.

«Nuestra organización es clara que sus unidades respeten a los civiles, que si un guerrillero o miliciano cometen una falta con ellos, se le castiga drásticamente, ahora bien, la confrontación que estamos viviendo a veces no permite cumplir esto al pie de la letra porque ellos son afectados por las acciones militares tanto del Ejército, de la Policía o a veces de nuestras unidades», indican los alzados.

De ahí la urgencia que el Gobierno de Gustavo Petro adelante rápidamente las acciones pactadas en estos acercamientos exploratorios para acordar la fecha de inicio de los diálogos de paz para después silenciar los fusiles y trabajar en temas como la sustitución de cultivos de uso ilícito, acceso democrático a la tierra y la participación política legal de los sectores alternativos o de izquierda, incluyendo a los comunistas.

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