El presunto desabastecimiento de medicamentos en Colombia no tiene relación con la gestión de la ministra Carolina Corcho.


Desde hace varios meses los medios de comunicación tradicionales  supuestamente informan de un “grave desabastecimiento de medicamentos” del que, ademàs, responsabilizan a la ministra de Salud, Carolina Corcho.

A raíz de esta situación, los medios de comunicación Cuarto de Hora y @Noti_Space dedicaron algunos de sus recursos a averiguar si esto era verdadero o no.  La respuesta es contundente:  es falso y resulta irresponsable afirmar que hay un desabastecimiento generalizado y peor aún que sea culpa de la ministra del gobierno nacional. 

Lo que se vive actualmente en Colombia si es una escasez de medicamentos e insumos pero, este fenómeno no es debido a medidas del gobierno actual sino más bien una consecuencia de múltiples variables, algunas de ellas heredadas de la época de la pandemia y otras de carácter técnico y que son cíclicas.

En particular, las mesas técnicas lideradas por el Ministerio de Salud para tratar este tema anotan que es normal que algunos de los medicamentos escasean  por problemas heredados del pasado, esto porque la responsabilidad de las problemáticas de abastecimiento se entrelazan y no recaen en un solo actor.

En ese sentido, existen por lo menos diez causas puntuales que demuestran que la escasez de medicamentos en Colombia. Esta últimas incluyen, entre otras, escasez de algunas marcas comerciales, problemas de adquisición de materias primas y entregas incompletas o a destiempo a los gestores farmacéuticos.

El incremento de la demanda para varios grupos de medicamentos

Luego de la pandemia, se aumentó hasta seis veces la demanda de algunos medicamentos para la hipertensión, la diabetes, la epilepsia y enfermedades mentales, entre otras.  Los laboratorios que tienen registro Invima no lograron atender esta situación.

Esta causa corresponde a varios factores, entre los que están la liquidación de varias EPS en 2022, lo que causó traslados de cientos de miles de usuarios y obviamente el aumento de medicinas requeridas. La alta demanda de algunos medicamentos para atender consecuencias físicas y mentales que dejó el Covid-19.

Restricciones por marcas o fabricantes en la contratación entre las EPS y gestores farmacéuticos

Se trata básicamente de problemas comerciales entre fabricantes y distribuidores. En un sistema en el que los actores negocian contratos privados especialmente entre laboratorios, gestores y clínicas cualquier problema en la cadena de suministros afecta todo el flujo, ante esto el Ministerio de Salud y el Invima tienen la imposibilidad jurídica de intervenir en estas transacciones comerciales.

Además, los gestores y operadores logísticos, que son los intermediarios entre las farmacéuticas y la dispensación de medicamentos, han tenido periodos de intermitencia de entrega de medicamentos debido a la falta de pago por parte de las EPS.

Entregas incompletas o a destiempo

Claudia Sterling, vicepresidenta de asuntos corporativos y comunicaciones de Cruz Verde explicó que la ONG Mutante que los laboratorios farmacéuticos también tienen responsabilidad por el “deterioro del servicio”.

De acuerdo con la funcionaria, los laboratorios no están entregando todos los medicamentos que les piden. Y no porque no tengan capacidad de producción, sino porque tiene total libertad de decidir cómo comercializar y prefieren exportar la producción. Es un tema de ganancias, donde el particular no tiene un compromiso social.

Requisitos regulatorios; trámites de recursos ante el Invima

Los retrasos en los trámites ante el Invima para los registros sanitarios es otro de los factores que explica la escasez de medicamentos debido, en algunos casos, a la falta de soportes en las solicitudes.

De acuerdo con Sterling, el Invima tiene alrededor de 21 mil trámites represados. Se trata de registros, modificaciones y renovaciones de registros sanitarios de medicamentos y tecnologías en salud que afectan gravemente el suministro de fármacos. Actualmente hay 48 principios activos desabastecidos o en riesgo de desabastecimiento con trámites en curso en esta entidad.

La falta de interés por parte de la industria de comercializar ciertos productos por la baja rentabilidad

Un número importante de productos desabastecidos o escasos corresponde a aquellos que, si bien son relevantes desde una perspectiva de salud pública, su producción no es rentable para los laboratorios, como lo son aquellos para enfermedades tropicales como la Malaria, la enfermedad de Chagas, del complejo teniasis – cisticercosis, la tungiasis, la TBC y la Leishmaniasis.

Pero hay más explicaciones de este fenómeno, el cual es aprovechado cruelmente por los medios de comunicación como Revista Semana para atacar al gobierno democrático de Gustavo Petro.

Es que expertos como Hannah Escobar, química farmacéutica y magíster en políticas de la Universidad de Antioquia, explican que el tema de desabastecimiento de medicamentos en el país también corresponde al vacío normativo que hay al respecto que durante años han hecho que esta crisis se extienda

La profesional expone como, por ejemplo, la resolución 1604 de 2013, que regula la entrega de medicamentos pendientes de dispensación en máximo 48 horas se quedó en el papel y no ha sido implementada.

Por su parte, los informes presentados recientemente por el Invima también dan cuenta que el desabastecimiento de medicamentos no es un tema nuevo o de este gobierno, tal y como quieren hacerlo ver los medios tradicionales.

Esta entidad apunta que “los productos sobre los que se han presentado alertas de desabastecimiento incluyen 201 casos desde 2013 hasta la fecha, 33 de los cuales se han actualizado como no desabastecidos, 115 se encuentran en monitorización, 14 son considerados como en riesgo de desabastecimiento y tan solo 39 de los medicamentos se han declarado como desabastecidos”.

Es decir que de acuerdo con el informe los problemas de desabastecimiento son rutinarios y permanecen durante años, para la muestra los 201 casos que se mantienen desde el 2013.

En todo caso y frente al panorama que se vive hoy y que ha aumentado las críticas frente al Gobierno, la Dirección de Medicamentos y Tecnologías en Salud del Ministerio de Salud y Protección Social en coordinación con el Invima, han venido liderando diversas iniciativas que pretenden hacerle frente al a un desabastecimiento que vulnere el derecho fundamental a la salud.

Entre estas iniciativas, el Ministerio de Salud ha implementado una estrategia informativa y formativa a partir de un taller para comunicadores, periodistas y actores del sistema con el fin de dar a conocer conceptos básicos del mercado farmacéutico, dispensación de medicamentos, políticas públicas y regulación de precios y de la cadena de suministros, entre otros.

Además, de manera técnica el Ministerio busca articularse con otras entidades con la suficiente competencia para intervenir en las contrataciones privadas, como la Superintendencia de Industria y Comercio y la Superintendencia Nacional de Salud.

No obstante, la apuesta más grande está sin duda en la reforma estructural al sistema de salud que apunta a restar relevancia a las concepciones de mercado en la prestación de servicios y en el suministro de los medicamentos y tecnologías en la salud.

“El principal objetivo que tenemos, es trabajar de manera organizada con todos los actores del sistema de salud y con los laboratorios farmacéuticos para garantizar el acceso a los medicamentos a toda la población colombiana, para que el derecho fundamental a la salud sea una realidad en el país y para que sobre cualquier lógica en disputa, se imponga siempre el deber humano, social y político de defender la vida”, se lee en el informe institucional del Ministerio de Salud.

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