En el Cauca, indígenas están listos para dialogar con los empresarios sobre la tenencia de la tierra.


En el Cauca, las comunidades indígenas  dispuestas a entablar un diálogo como forma de resolver los conflictos sobre el dominio y uso de las tierras de esta zona del país.

“Siempre hemos estado dispuestos a conversar porque es evidente la existencia de un problema complejo en el norte del Cauca, especialmente por tierras. Esto ocurre ante la poca respuesta del gobierno pues se han firmado acuerdos que nunca se cumplen”, aseguró Carmen Eugenia Jembuel, la máxima representante del Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC.

Paso seguido indicó que las comunidades ancestrales se encuentran en la disposición de dialogar para construir escenarios de deliberación acerca de los conflictos generados por la tenencia de tierras.

“Sin embargo, estamos de acuerdo en que debemos sentarnos a dialogar para encontrar una salida a este fenómeno que es de carácter estructural e histórico”, agregó la lideresa indígena.

Los planteamientos realizados desde este sector social surgieron luego del anuncio del presidente electo, Gustavo Petro, de adelantar una serie de diálogos regionales para encontrarle una salida pacífica a estas diferencias.

“Creemos que el llamado es relevante y permite edificar espacios de encuentro alrededor un asunto que hemos venido señalando desde hace años”, anotó la líder de los indígenas.

Por su parte, Gerardo Arroyo, presidente ejecutivo del Consejo Gremial y Empresarial del Cauca, comentó que es importante volver a la calma y avanzar en estrategias efectivas para ambientar el diálogo.  

El problema de las tierras en el Cauca se evidenció desde la semana anterior cuando integrantes de las comunidades ancestrales se ‘tomaron’ varias fincas y terrenos, en un hecho que denominan proceso de liberación de la madre tierra. 

Ante la situación, directivos de los ingenios azucareros, hacendados, y los propios trabajadores de estos lugares, procedieron a denunciar la ocupación y manifestaron requerir una salida al problema.

“Estos hechos de invasiones de tierras son lamentables porque afectan el trabajo de las empresas y los propios trabajadores, y además traen consecuencias sobre la economía regional. Estas vías de hecho vulneran derechos y generan pérdidas a las empresas”, agregó Arroyo. 

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