En Medellín atraparon a alias «el Gato», uno de los delincuentes más buscados de Antioquia.
El delincuente, que se había fugado de dos estaciones de policía, fue detenido porque debe responder ante la justicia por varias masacres.
El deseo de conocer a su hijo recién nacido fue la oportunidad que aprovecharon las autoridades judiciales para capturar a uno de los delincuentes más peligrosos de Antioquia en la última década: Michael Humberto Pérez Cadavid, alias «el Gato», presunto cabecilla de la organización criminal «La Oficina del Suroeste».
Fuentes de la Policía Nacional indicaron que la detención se registró en la madrugada de este domingo 28 de enero en una vivienda de Manrique, en el nororiente de Medellín. Hasta allí llegaron decenas de agentes del CTI de la Fiscalía y de la Sijín Antioquia, acompañados del Grupo de Operaciones Especiales (GOES). No era para menos la magnitud de este operativo, pues «el Gato» es un delincuente bastante escurridizo, ya se había fugado de los calabozos de dos estaciones de policía, en los municipios de Marinilla y Guarne, y se encontraba prófugo desde julio de 2020.
La investigación de la Fiscalía establece que Pérez Cadavid es el supuesto líder de «La Oficina del Suroeste» —también llamada «La Oficina de Andes»—, una banda de crimen organizado que delinque en esa subregión antioqueña con presencia en las localidades de Andes, Ciudad Bolívar, Betania y Jardín.
La organización criminal se dedica a actividades de extorsión, tráfico local de estupefacientes, amenazas, sicariato y desplazamientos forzados, entre otras. Tiene una sociedad delincuencial con «La Terraza», la antigua banda de Medellín, que brinda apoyo con armamento, vehículos y personal.
En su lucha por el control territorial y las plazas de vicio, la estructura ilegal se ha enfrentado al Clan del Golfo y a varios «combos» locales, situación que ha incrementado la violencia en el suroeste desde 2019, con matanzas y asesinatos selectivos.
La Fiscalía atribuye al «Gato» la masacre de diez personas en la finca cafetera La Gabriela, en el municipio de Betania, perpetrada el 22 de noviembre de 2022. Esa noche, un comando sicarial incursionó en el predio y masacró a tiros a los recolectores de café. También se le atribuye la masacre de cinco personas en el corregimiento Tapartó, del municipio de Andes, el 17 de febrero de 2021. Sucedió en la finca La Ilusión, donde los homicidas emplearon armas de fuego y machetes para matar a los campesinos.
Por estos hechos delictivos, en contra de «el Gato» había órdenes de captura por homicidio agravado, concierto para delinquir agravado y tráfico y porte ilegal de armas. Cuando los agentes le preguntaron si tenía un abogado de confianza, él dijo: «Sí, por ahí debe haber uno».