Encontraron nuevas huellas y alimentos que se habrían comido niños perdidos en Guaviare.


Se cumplieron 30 días desde que la avioneta tipo Cessna 206, de matrícula HK 2803, que cubría la ruta Araracuara–San José del Guaviare, sobrevolaba el río Apaporis, en la selva entre Caquetá y Guaviare, cayó a tierra.

También se completa todo este tiempo en la búsqueda de los cuatro niños que habrían sobrevivido al accidente. El 30 de mayo, el Ejército Nacional reveló nuevas imágenes y pistas que reviven la esperanza de encontrarlos con vida.

“Una nueva pista sobre el posible paradero de los cuatro menores desaparecidos, fue hallada una huella sobre el terreno fangoso que al parecer pertenecería a Lesly, la niña de 13 años”, así anunciaron los soldados tras el hallazgo de los nuevos rastros.

Además de la huella, que sería de Lesly Mucutuy (13 años), también se encontraron restos de frutas silvestres que habrían sido consumidos por Lesly, Soleiny Mucutuy (9 años), Tien Noriel Ronoque Mucutuy (4 años) y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy (un año). Según los integrantes del Ejército, estos frutos “sirven para aportar nutrientes y fuerza a los pequeños para sus desplazamientos”.

Mientras tanto, el general Pedro Sánchez, que comanda la Operación Esperanza —como se denominó el operativo de búsqueda en el que participan más de 200 uniformados y las guardias indígenas—, dijo que confía en que los niños están vivos por las evidencias que han encontrado.

“Si estuvieran muertos, seguramente sería fácil encontrarlos porque estarían quietos, porque los animales nos orientarían para allá”, explicó el oficial.

El coronel Fausto Avellaneda, que comanda la operación en el área, indicó que la nueva huella que se encontraron los soldados está “aproximadamente a unos dos kilómetros de distancia de la última huella que vamos encontrando, hacia el sector norte”. También advirtió que, según los indicios, los menores están solos y siguen con vida, y anotó que habrían cambiado de ruta.

“Al parecer cambiaron la ruta, debido a condiciones geográficas que también les están impidiendo el paso a ellos por algunos puntos específicos”, agregó el coronel Avellaneda. 

Sobre los restos de frutas que han encontrado, el coronel Avellaneda señaló que esto ha sido vital para que los niños sigan con vida:

“El borojó o como el mango silvestre, alimentos que están distribuidos en varias partes de la zona. Varias patrullas de nosotros las han reportado. Al ser ellos de una comunidad indígena, tienen conocimiento de los mismos y creemos que los están consumiendo”, acotó el líder militar.

El oficial también habló de cómo las condiciones meteorológicas y del terreno han entorpecido el proceso: “Las condiciones meteorológicas no han permitido el ingreso. De la distancia que tenemos del punto hasta el sitio donde nos encontramos pueden ser más de 100 millas náuticas aproximadamente, entonces la distancia y el tiempo meteorológico no han permitido hacer la inserción”.

Al completarse 30 días de búsquedas, los uniformados de la Operación Esperanza no escatiman esfuerzos por encontrar a los niños, por lo que, como parte de las nuevas estrategias para dar con su paradero, se han valido de la inteligencia artificial y marcadores audibles. Así lo explicó el coronel Avellaneda:

“Llevamos unas cintas con la palabra «peligro», en las cuales estamos demarcando unos puntos que llamamos nosotros obstáculos naturales, lo estamos llamando líneas guía. Esa línea guía le estamos colgando silbatos en las cintas mismas para que en el área de operaciones, si los pequeños las llegan a encontrar, logren hacernos señales auditivas para nosotros poderlos escuchar”, relató el militar.

El brigadier general y comandante conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares, Pedro Arnulfo Sánchez Suárez, comentó, en Colombia Hoy Radio, que los nuevos hallazgos les han podido determinar que los uniformados pasaron a unos 100 metros de los niños.

En primer lugar, y a modo de alivio, señaló que la búsqueda está bien encaminada, debido a que encontraron nuevas pruebas que les hace pensar que están cada vez más cerca. “Creemos que hemos pasado a unos 200 o 300 metros de ellos”, dijo el brigadier general Sánchez, para añadir: “Hemos encontrado evidencias y hemos corroborado con los GPS, como cuando hallamos los dos pañales, uno usado, que pasamos a cerca de 100 metros de ellos”. 

 

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