Entre amores y desamores, Sebastián de Belalcázar volvió a su pedestal en Cali.


Se llegó el día deseado por muchos y no anhelado por otros: La estatua del sanguinario conquistador español Sebastián de Belalcázar, volvió a su pedestal en el oeste de Cali; Bajo el inclemente sol que abrasó la capital vallecaucana durante la mañana de este  lunes festivo siete de noviembre, la Administración Distrital del alcalde Jorge Iván Ospina realizó la entrega oficial de la estatua de fundador de Santiago de Cali, restaurada y puesta en su tradicional sitio, luego de ser derribada por un grupo de indígenas Misak el 28 de abril de 2021.

“Efectivamente, hoy estamos entregando el monumento a la ciudad luego de haber sido derribado y le instalamos una placa en su pedestal, elaborada con la Academia de Historia del Valle, que narra, en parte, lo que sucedió con la llegada de los españoles a estas tierras”, explicó Leonardo Medina Patiño, subsecretario de Patrimonio de la Secretaría de Cultura Distrital.

La reinstalación de la representación de Sebastián de Belalcázar en el barrio La Arboleda, al oeste de Cali, se da luego de realizar trabajos de restauración y recuperación por los daños que sufrió durante su derribamiento, los cuales comprendían fracturas, abrasiones, deformaciones y la pérdida total de varios elementos, que fueron reconstruidos por la especialista María Patricia Caicedo. Todo esto, con cargo a la aseguradora de los bienes del Municipio de Santiago de Cali.

“Tanto el monumento como la placa forman un conjunto. Todos somos resultado del mestizaje que ocurrió entre blancos, indígenas y negros en estas tierras y ese mestizaje en lugar de separarnos nos une, nos vincula a todos en un mismo propósito, que es el del progreso, el del desarrollo de nuestra ciudad y es el mecanismo que tienen los pueblos a lo largo de la historia de la civilización para evolucionar”, sustentó Mario Andrés Llano Restrepo, secretario general de la Academia de Historia del Valle.

Este es el texto de la nueva placa que acompaña el monumento a Sebastián de Belalcázar:

“Los caleños herederos de nuestros antepasados grabamos aquí, en este pedestal de la estatua del fundador de Santiago de Cali, Sebastián de Belalcázar, nuestra voz de reconocimiento y exaltación en homenaje al valor y heroísmo que ofrecieron con su sangre los pueblos indígenas de la época, y los proclamamos como ejemplo de sentimiento de amor patrio. Ellos resistieron y murieron con honor defendiendo su territorio y su cultura de la violenta conquista española, que los despojó de riquezas y poder e impuso su cultura occidental. Entre otros, fueron: Timba, Guales, Xamundí, Bichicama, Amayme, Vixes, Mulahaló, Cachibí, Ambichinte, Bitaco, Dagua, Yumbo, Lile, Huacache, Bolo, Pance, Palo y el cacique Petecuy”.

Esta placa se constituye en un homenaje a los pueblos indígenas que moraban los territorios vecinos a Cali y en las estribaciones de las cordilleras Occidental y Central. Los nombres de estos pueblos hoy perduran y están inmortalizados en las ciudades, corregimientos, barrios y ríos de Santiago de Cali y el Valle del Cauca.

Al final del evento, organizado por la Administración Distrital, también se realizó la firma del ‘Pacto por el respeto al patrimonio, a la inclusión y a la diversidad cultural de la ciudad de Santiago de Cali’, en el cual se establecieron diversas acciones como: 

Generar estrategias de comunicación que permitan a caleños y caleñas reconocer el valor artístico del monumento de Sebastián de Belalcázar; propiciar espacios de reflexión académica y social que permitan a la comunidad conocer más detalles del valor cultural, histórico y simbólico de los monumentos que están distribuidos en la ciudad; reconocer que Cali es una ciudad diversa, compuesta por múltiples culturas, que no se han visto representadas simbólicamente de manera apropiada a través de los procesos de monumentalización y que, por ello, merecen un ejercicio de exaltación por su aporte a la cultura caleña, entre otras.

Finalmente una pregunta para los caleños de pura cepa: 

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