Expresidente panameño Ricardo Martinelli condenado a casi 11 años de cárcel por lavado de dinero.

En 2008, este «buen muchacho» fue defendido por el entonces presidente Uribe. Martinelli fue el presidente que recibió y dio asilo a la exdirectora del DAS, María del Pilar Hurtado, condenada por interceptaciones ilegales del expresidente Uribe a sus opositores.


Una jueza condenó al expresidente panameño Ricardo Martinelli a más de 10 años de prisión por un caso de blanqueo de capitales o lavado de activos, en un fallo que podría complicar sus aspiraciones a un segundo mandato en las elecciones presidenciales de 2024.

Al exgobernante de 71 años de edad, también se le impuso una multa de 19 millones de dólares en el llamado caso “New Bussiness”, relacionado con la compra de una editorial de periódicos en 2010. Martinelli gobernó el país centroamericano entre 2009-2014.

La defensa  de Martinelli anunció que apelarán el fallo de primera instancia, divulgado este  martes 18 de julio  por el Órgano Judicial y que fue considerado histórico por tratarse del primer expresidente panameño condenado por la justicia, en uno de los llamados casos de alto perfil que se ventilan en los últimos años en  Panamá, viejo socio de Estados Unidos.

Al ser un fallo de primera instancia será objeto de apelaciones, en ese orden de ideas Martinelli puede seguir de momento en su campaña con miras a disputar la presidencia en mayo del 2024, según la ley.

Sin embargo de darse una sentencia en firme, el exlíder populista que lideró un periodo de construcción de grandes obras en Panamá, como la primera línea del Metro capitalino, vería frustrado su intento de regresar al poder.

Aunque el fallo no explicita un periodo de inhabilidad para el ejercicio de cargo público en el caso de Martinelli, la sentencia impone una pena de cárcel de 128 meses, es decir, de 10 años y ocho meses.

Los fiscales del caso expusieron durante el juicio que en la compra de la Editora Panamá América S.A. el presidente Martinelli captó recursos de empresarios y ejerció presión en varios contratistas del Estado para que aportaran a dicha adquisión un 10% del costo de obras que les fueron adjudicadas durante su gobierno.

La operación de adquisición se dio mediante un complejo esquema en el que intervinieron personas jurídicas y naturales que hicieron transacciones nacionales e internacionales logrando recolectar 43,9 millones de dólares en una cuenta bancaria perteneciente a la sociedad New Business Services Limited en un banco offshore, en 2010. La acusación sostiene que Martinelli está detrás de la titularidad de esa firma.

Además de Martinelli, fueron condenadas cuatro personas más, entre ellos dos empresarios conocidos en el país, con penas de prisión que oscilan entre los 60 y 96 meses y con inhabilitación explícita para realizar actividad comercial y funciones públicas; en tanto que otras 10 resultaron absueltas, entre ellas empresarios considerados del círculo más cercano al entonces gobernante.

El fiscal superior contra la delincuencia organizada, Emeldo Márquez, señal en un vídeo divulgado a la prensa que con la sentencia se logra el decomiso del 100% de las acciones de la editora que pasan al Estado y la disolución de dos sociedades “vinculadas directamente” al delito y que ejercían el control del grupo editorial.

Es de anotar que Martinelli también enfrentará próximamente un juicio por el caso de los sobornos entregados por la constructora brasileña Odebrecht,  para hacerse con grandes obras públicas en Panamá. En este caso también está implicado el expresidente Juan Carlos Varela, que sucedió a Martinelli en el poder y que fue recientemente declarado inelegible por Estados Unidos para entrar a ese país al señalar que participó en actos de corrupción.

Martinelli ha insistido que los procesos en su contra en Panamá son una persecución política en su contra para sacarlo de la contienda electoral, y en una reciente conferencia de prensa dijo que lo tendrán que “matar” para evitar que siga en ese esfuerzo.

A inicios de año, el gobierno de Estados Unidos lo declaró a él y a sus familiares inmediatos inelegibles para ingresar a ese país, al implicarlo en actos de corrupción “significativa”, en aparente relación con el caso de los sobornos multimillonarios de Odebrecht.

Martinelli, un magnate de supermercados, había sido extraditado por Estados Unidos en junio del 2018 para que enfrentara en Panamá un juicio por espionaje telefónico a opositores políticos, líderes sindicales, empresariales y periodistas, en el cual fue absuelto y tras permanecer un año en la cárcel.

La justicia resolvió después hacerle un nuevo proceso por los mismos cargos, pero el exlíder volvió a ser declarado inocente.

La decisión de Estados Unidos de implicarlo en corrupción, en enero, coincidió con el retorno a Panamá de los dos hijos de Martinelli después de que ambos cumplieron una condena en Estados Unidos por conspirar para recibir sobornos de la constructora brasileña.

Martinelli es noticia en Colombia al recordar que en agosto de 2017 este «buen muchacho» fue defendido por el entonces presidente Uribe, quien intercedió ante un  juez de EE.UU. , manifestando su apoyo irrestricto al expresidente panameño .

En carta al juez Edwin Torres, fechada el 8 de agosto de 2017, el expresidente colombiano se identificó con su número de pasaporte diplomático No. DP045927 y expresó que en ejercicio de sus funciones como presidente de Colombia conoció al exmandatario de Panamá Ricardo Martinelli; expresó también que coincidieron en temas de interés regional como la defensa de los valores democráticos frente a la amenaza socialista escondida en el paraguas del chavismo. 

Es de anotar que Martinelli fue el presidente que recibió y dio asilo a la exdirectora del DAS María del Pilar Hurtado, prófuga de la justicia colombiana e investigada por otro caso de interceptaciones ilegales, no de Martinelli, sino del propio expresidente Uribe a sus opositores.

Fuente Los Ángeles Time

 

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