Gobierno colombiano se retira de la audiencia del CIDH por caso de Periodista Jineth Bedoya


Los representantes del Gobierno Nacional aseguran que se retiran por falta de imparcialidad y objetividad de los jueces CIDH, organizaciones defensoras de DH y organizaciones de periodistas rechazan actitud del Estado colombiano y señalan que revictimiza e impide el acceso a la justicia para Jineth Bedoya Lima

En un hecho totalmente vergonzoso para la prensa colombiana y para los ciudadanos, se convirtió este lunes 15 de marzo la respuesta del Estado colombiano en la audiencia pública ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos –CDHI- en el marco del proceso en el cual se determinará la responsabilidad del Estado en los hechos de amenazas, secuestro, tortura y violencia sexual que enfrentó la periodista Jineth Bedoya Lima en el año 2000 en el ejercicio de su profesión

La Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado colombiano, en cabeza de Camilo Gómez, se retiró de la audiencia, argumentando “ falta de objetividad» de todos los magistrados con excepción de Eduardo Vio Grossi, quien no realizó preguntas, además anunció que presentará una solicitud de recusación contra cinco de los seis jueces, por falta de garantías procesales.

De otra parte la testigo ofrecida por el Estado, para esta audiencia, brillo por su ausencia no compareció a rendir su declaración. La presidenta de la CIDH, Elizabeth Odio, tomó nota y decidió continuar con la audiencia.

El representante de Colombia aseguró que «la falta de objetividad le quita la legitimidad que requiere (la Corte) y tristemente los que pierden son las víctimas».

Gómez expresó que el Estado reconoce la lucha y el trabajo de la periodista Bedoya y que «ninguna mujer debería sufrir una ataque de este tipo ni ningún periodista ser amenazado por su trabajo».
Sin embargo, enfatizó en que «la obligación de los jueces es ser objetivos e imparciales» y «no prejuzgar a un Estado que se presenta con humildad ante la Corte y que espera imparcialidad».

«La cortesía y solidaridad son bienvenidos, pero el prejuzgamiento en las preguntas de los jueces no puede ser aceptado por el Estado», aseguró.

Gómez dijo que se evidenció que los jueces tienen una «opinión formada del caso sin siquiera oír lo que Colombia tiene por decir».

Antes del retiro del Estado, Bedoya rindió su declaración en la que relató que el 25 de mayo de 2000 fue secuestrada en las afueras de la cárcel Modelo, en Bogotá, mientras espera autorización para ingresar al centro penal para entrevistar un jefe paramilitar como parte de un investigación periodística sobre hechos de violencia, tráfico de armas y secuestros en el marco del conflicto armado colombiano.

Bedoya recordó que luego de ser secuestrada los captores la llevaron a una zona alejada de Bogotá donde la torturaron y la violaron entre varios hombres, quienes le dijeron que se trataba de un escarmiento por sus reportajes y luego la dejaron tirada en una carretera.

La periodista aseguró que antes de estos hechos había recibido amenazas y que en noviembre de 1999 el Estado le negó un esquema de protección especial que había solicitado mediante una carta en agosto de ese año.

Bedoya afirma que ha continuado recibiendo amenazas y que los hechos permanecen en la impunidad sin avances sustantivos en las investigaciones de la Fiscalía.

Frente a esto la Fundación para la Libertad de Prensa FLIP expresó su rechazo argumentando que el Estado Colombiano revictimiza e impide el acceso a la justicia para la periodista.

“Las organizaciones que representamos a la periodista consideramos que la actitud del Estado demuestra la desidia contra las víctimas de violencia sexual en el conflicto armado y niega espacios dignos para acceder a la justicia. El retiro del Estado de la audiencia es un acto sin precedentes, lo que genera preocupación sobre el compromiso del Estado colombiano frente al juicio por violaciones de derechos humanos y al sometimiento frente a la decisión que adopte la Corte.

Para la FLIP  » … esta actuación hace parte de una estrategia que busca deslegitimar a la Corte IDH y significa un nuevo obstáculo en el proceso, que continúa castigando a Jineth Bedoya por hacer escuchar su voz, resultando así en un nuevo intento de silenciarla” , concluyó la organización defensora de los derechos de los periodistas en el país»

EFE

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