Guerrilleros del ELN dejaron en libertad a seis indígenas.

La acción de la guardia  y las autoridades permitieron que esta organización armada al margen de la ley dejaran libres a estos comuneros de Totoró, Cauca.


La presión de la Fuerza Pública y de las autoridades indígenas de la zona rural de Totoró, Cauca, permitió la liberación de seis comuneros que habían sido secuestrados por integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Entre las víctimas se encontraban dos menores de edad y se presume que el rapto ocurrió para ajusticiarlos al considerarlos un peligro para la comunidad.

«Se continuó con la búsqueda de las personas, las autoridades lograron ubicar el sitio y lograron hacer el rescate de las personas donde se encontraban. Ya ahorita están bajo el cuidado de la familia», indicó Hember Cucuñame, coordinador de Derechos Humanos del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC).

El rescate o entrega ocurrió en la tarde de este 27 de enero en la vereda Buenavista del municipio de Totoró. De acuerdos con testigos, los responsables de este rapto son los integrantes de la compañía Juan Carlos Chilhueso Pazzú del ELN. «Esta facción guerrillera es la que busca sacar a las disidencias de las FARC de los municipios de Silvia, Totoró, Inzá, entre otros; de ahí que ejercen una presión militar muy fuerte contra las comunidades indígenas y campesinas al punto que ajustician a las personas que no acatan sus órdenes», denunciaron líderes sociales de la zona al exponer que el cese bilateral al fuego no es una realidad en el Cauca.

El rapto de los comuneros había ocurrido sobre las 7:00 de la noche del 26 de enero. Un grupo de hombres armados llegó hasta el resguardo indígena de Paniquitá y se llevó por la fuerza a los comuneros. «Las autoridades continuarán las investigaciones. Fue un trabajo primero de las autoridades y la comunidad la Guardia Indígena y, claro, también los de derechos humanos. Fue una acción coordinada allá de manera interna», explicó Cucuñame sobre la liberación.

Los seis comuneros se reunieron con su familia y se les practicaron exámenes médicos para confirmar su estado de salud. La investigación continuará para determinar quiénes fueron los responsables de este acto criminal.

«Condenamos enérgicamente este nuevo acto de violencia que afecta directamente a la comunidad indígena de Totoró. Exigimos el respeto absoluto por la vida e integridad física de los comuneros que han sido víctimas de este repudiable secuestro», había sido la insistencia del CRIC.

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