Las colombianas vencieron a Jamaica y conquistaron los cuartos de final del Mundial Femenino 2023.


Uno menos, faltan tres. Colombia ya aseguró su pase a cuartos de final del Mundial Femenino 2023 con solvencia, con berraquera, con garra, con carácter, con todo lo que se necesita para creer que el séptimo, el mantra de las jugadoras, es posible. Ellas sacando la cara por el país. 

El frío lo congeló todo menos la pasión y amor propio de un equipo que brilló cuando pudo, de ahí que batalló cuando no hubo otra salida. Al final se impuso 1-0 en una  una ciudad de Melbourne fría, que solo calentó el amor de un equipo convencido y una afición rendida de amor a sus jugadoras.

Se oía una ovación cada vez que Linda Caicedo tocaba el esférico y dos jugadoras de amarilla sobre cada pisada suya. Una ruleta en el ataque de la tricolor, intercambiando posiciones permanentemente para abrir espacios, abriendo opciones de juego. Un solo grito en las tribunas «Colombia, Colombia, Colombia» sin parar, con pasión. Un viento frío que subía por los pies a la espalda cada vez que la pelota tocaba los pies de Shaw. Era exactamente el partido que veníamos a ver, gozarlos porque no sería fácil.

De hecho, en la primera media hora del encuentro la única intervención de una de las porteras llegaba a los 26 minutos, el centro de Usme que sobró a Leicy y atrapó Spencer… la invicta.

No caía Colombia en la trampa del centro al área, porque ya la habían estudiado, no erraban las centrales un solo rechazo, no salía en el cuadra Catalina Pérez hasta el minuto 39.

No desaprovechaba Ospina la oportunidad de ser titular por Montoya y ganaban Mayra y Linda sendas amarillas para una central y una mediocampista antes de finalizar el primer tiempo. Todo muy ajustado al plan. Salvo el clima de refrigerador en la tribuna, ninguna queja.​​Y en el segundo tiempo, como seguramente se habló en los camerinos, líneas más adelantadas y a rematar: Ana, la más joven, levantó la carita a lo veterana, ubicó a Usme, midió el cambio de frente y ella, la goleadora histórica resolvió con solvencia ante una marcadora y la ex invicta Spencer: ¡Golazooooooo!!! Colombiana anotaba

Y pudo ser el empate cuando en el enredo en el área arañó un centro venenoso Catalina Pérez, y pudo ser el segundo cuando Leicy le sirvió un hermoso pase a Linda pero el mano a mano lo ganó la portera y Mayra no supo resolver el rebote, se enredó ¡y a quién carajos le importa el frío cuando duelen las manos de aplaudir!​​La ola, olé, olé, olé, olé, olé Colombia, Colombia en este, otro estadio en el que siempre fuimos locales en Australia, ayudaba a pasar el trago amargo de la decisión de Shaw de ir con todo el talento que le conoce el mundo por el empate del equipo jamaiquino.

 

Probó el reflejo de Pérez y otra vez la portera respondió, le ganó el primer duelo de la noche a Daniela Arias y le hizo sacar una amarilla, encontró espacio pero le negó la pequeña gigante Leicy el remate, cundía el cansancio, el desgaste de las colombianas mientras el único que no se conmovía era el técnico Abadía… ¡Empezaron con la operación aguante!

​​Qué historia hubiera sido si ese lujazo de Linda sacándose de encima la marca y encontrando espacio por izquierda hubiera terminado en un gol, qué dicha si no se estrella en el palo el que debió ser el segundo de la noche de este gran mundial para la colombianas, hasta calor se habría sentido en Melbourne si​

Pero bueno  alcanzó con el 1-0, eso es una gran dicha sin par, que paga el sacrificio de la madrugada, la docena de tintos hoy antes del medio día, el frío que pone las manos color ahuyama y no deja sentir los pies aquí, a una vida de distancia. Colombia se cita con Inglaterra en Sidney. ¡Que se venga de una vez las inglesas!

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