LEVIATÁN
Por Sacerdote Edilson Huérfano Ordoñez Rito Anglicano :. :. :.
Thomas Hobbes, en su Leviatán, nos enseñó que cuando el Estado no logra ser garante del orden y la justicia, la sociedad corre el riesgo de volver a un estado donde cada uno vela solo por sí mismo, donde la desconfianza sustituye a la ley y la inseguridad se vuelve costumbre.
Hoy, nuestro país vive una paradoja: tenemos instituciones, pero no siempre sentimos su presencia; tenemos leyes, pero no siempre sentimos su aplicación; tenemos un pacto social, pero a veces parece escrito en papel frágil.
El Leviatán colombiano no es el gigante protector que soñamos, sino un cuerpo dividido, debilitado por la corrupción, la polarización y la distancia con la vida real de la gente… y cuando el gigante se debilita, el pueblo se fragmenta.
Hobbes nos advertiría que la fortaleza de un Estado no está en sus murallas ni en sus discursos, sino en la confianza de su gente. Recuperar esa confianza es nuestra tarea común: fortalecer las instituciones, poner la justicia por encima de los intereses particulares y recordar que la autoridad solo es legítima cuando sirve al bien común.
Porque un país sin un pacto social sólido no vive en paz… apenas sobrevive.