Luis Estrada y Alexandra Salazar, la pareja que falleció ahogada en un Audi en Medellín.


Un giro a la derecha acabó con la vida de Luis Gonzalo Estrada y Alexandra Salazar, los dos ciudadanos que fallecieron ahogados luego que su vehículo quedara atrapado en medio de una inundación registrada en el deprimido de Conquistadores, Medellín. 

Así lo evidenció un video en el que se ve el momento en que el Audi de placas HAK-339, matriculado en el municipio de Sabaneta, grira levantando los charcos de agua del pavimento. Al vehículo solo se le vio de nuevo unas cuatro horas después, cuando los organismos de socorro lograron sacarlo del agua. Todo pasó entre las 8 y poco más de las 12 de la noche del pasado sábado 14 de enero; en el interior estaban los dos ocupantes, el hombre y la mujer, que habían intentado huir de todas las formas posibles, pero no, quedaron atrapados. 

Después, la fatídica noticia la dio a conocer el alcalde Daniel Quintero, a través de su cuenta de Twitter, a las 10:30 de la noche de ese mismo día. “Lamento informar que hemos encontrado un vehículo completamente sumergido en el deprimido de Conquistadores”, dijo el alcalde.

Y aunque en ese mismo mensaje habló de tres víctimas mortales, cerca de la 1 de la mañana de este domingo 15 de enero, cuando el carro pudo fue sacado del agua– se corroboró que eran dos: Alexandra y Luis.

La imagen era aterradora. El Audi fue arrastrado para hacer la inspección judicial. Entonces, las autoridades notaron que el parabrisas estaba abollado. Posiblemente Luis Gonzalo, el conductor, intentó romper el vidrio sin éxito, pues era blindado. Pero el primer cuerpo sin vida que sacaron del vehículo fue el de Alexandra, que estaba en la parte trasera. Al parecer, la mujer intentó romper el vidrio de atrás, al ver que su compañero no podría destruir el parabrisas. 

Otros ciudadanos que transitaba por el sector, en medio de la angustia al ver la escena, intentaron ayudarlos a salir. De acuerdo con los testigos del sector, un hombre intentó romper el parabrisas del carro con un martillo, en medio del desespero por salvar a los dos ocupantes. Pero el martillo no pudo romper el blindaje del vehículo.

Los cadáveres estuvieron cerca de cuatro horas bajo el agua, pues el accidente habría sido entre las 8:00 y las 9:00 de la noche de ese día y solo comenzando la madrugada del domingo se logró sacar el vehículo del deprimido, gracias al trabajo de los socorristas. 

La inspección judicial de los dos cuerpos, que se hizo ya de madrugada, estuvo a cargo de los agentes de Policía Judicial de la Secretaría de Movilidad de la ciudad de Medellín. El aguacero que azotó a la ciudad duró alrededor de cuatro horas y, por fortuna, ya había parado cuando se hicieron las labores de rescate. Como se presumía que había otra persona desaparecida, los rescatistas se metieron al agua, que superaba los tres metros de profundidad, con la intención de inspeccionarla.

Con linternas en los cascos, apenas visibles las cabezas sobre el agua con barro, los rescatistas nadaban en búsqueda de esa persona: tanteando en la oscuridad y buscaban también los desagües, pretendían destaparlos, pero no estaban colapsados. Unas horas después de la emergencia aparecieron fotos en las que se veían plásticos y basura en general en el lugar. Aunque es evidente que el aguacero desbordó la capacidad del alcantarillado, los desechos terminaron jugando una mala pasada.

Las autoridades tienen como hipótesis, porque apenas se está investigando el caso, es que el conductor creyó que podía pasar el deprimido, que ya estaba medio inundado. Cuando intentó atravesarlo, el carro falló:  se apagó por el agua que le entró al motor. Al apagarse, el sistema eléctrico se dañó y bloqueó las puertas y las ventanas. Esto, sumado a la presión del agua que incrementaron su nivel, le impidió que la pareja pudiera salir del Audi.

Los peritos hallaron elementos de bisutería que pertenecerían al conductor. Horas después, en efecto, se confirmó que era un joyero de la ciudad. Después trascendió que Luis Gonzalo tenía 51 años y mantenía una relación con Alexandra, quien lo acompañaba en ese fatídico momento.

Mientras tanto ella era la dueña de un centro de estética que funciona en el barrio La América. En ese sector la recuerdan como una mujer callada y madre de una joven. Allí dicen que habían visto el Audi varias veces, lo que confirmaría que los dos ocupantes tenían un vínculo sentimental.

También se supo que la hija de Alexandra fue quien acudió a las diligencias cuando se identificó el cuerpo. Luis Gonzalo –por su parte– era padre de dos hijos, un adolescente de 15 años y una joven de 20.

Comentarios en Facebook