La muerte de este jefe guerrillero se dio en medio de la explosión de la camioneta que movilizaba a este sujeto, cuando buscaba atacar al Ejército en el municipio de El Patía. 


Un intento de ataque con explosivos en el departamento del Cauca terminó en la muerte de Óscar Eduardo Sandoval, alias el Mocho o “Andrés Patiño”, y de alias Paisa Marrano, ambos líderes del bloque occidental Jacobo Arenas, una de las estructuras disidentes de las Farc con presencia en Cauca, Valle y Nariño.

Según informó el Ejército Nacional, los hechos ocurrieron el domingo 26 de enero, en el corregimiento Las Brisas, municipio de El Patía, donde un vehículo cargado con explosivos, que iba a ser utilizado contra una unidad militar, detonó antes de tiempo.

Según la autoridad militar, los guerrilleros se desplazaban en el vehículo con el objetivo de atacar instalaciones del Batallón de Infantería BITER29, ubicado en el sector de El Estrecho, en ese mismo municipio.

Sin embargo, al encontrarse con un puesto de control militar en la zona, los ocupantes del vehículo intentaron cambiar de ruta, lo que habría provocado la activación accidental de los explosivos. La detonación causó la muerte de los dos cabecillas y de otros dos guerrilleros que los acompañaban.

Alias el Mocho, de 36 años, era considerado uno de los principales líderes del Bloque Occidental Jacobo Arenas, una de las estructuras más activas de las disidencias de las Farc.

El Ejército denunció que este hombre había sembrado el terror en varias regiones del Cauca, incluyendo El Plateado, y era responsable de múltiples actos violentos, como asesinatos selectivos, desplazamientos forzados y la instalación de campos minados.

Según las autoridades, el “Mocho” ingresó a las Farc como integrante de la columna Daniel Aldana, donde se especializó en la instalación de explosivos y en comunicaciones. Su experiencia lo llevó a capacitar a otros guerrilleros en el manejo de equipos de radio y en técnicas de telemática. Además, era señalado de coordinar actividades relacionadas con el narcotráfico y de poseer propiedades en el Valle del Cauca y la costa Atlántica, adquiridas con recursos provenientes de actividades ilícitas.

Bajo las órdenes de alias Iván Mordisco, el “Mocho” también desempeñaba un papel clave en la reunificación de grupos disidentes en los departamentos de Cauca y Nariño, con el objetivo de consolidar el control sobre las rutas del narcotráfico. Contra él pesaban tres órdenes de captura por delitos como homicidio, reclutamiento de menores y desplazamiento forzado.

La muerte de alias el Mocho y de alias Paisa Marrano se adelantó en el marco de la operación Perseo, una estrategia militar que lleva 100 días en ejecución en el departamento del Cauca.

Esta operación busca debilitar las estructuras de las disidencias de las Farc mediante acciones ofensivas y labores de inteligencia. El fallecimiento de los dos cabecillas también fue confirmada por el Secretariado Nacional del Estado Mayor Central de las Farc.

La institución castrense explicó que el vehículo cargado con explosivos había salido del corregimiento de Huisitó y se dirigía hacia el sector conocido como Puente La Barca, en jurisdicción del municipio de Balboa.

En este punto, las tropas de la Tercera División Fuerza de Despliegue Rápido No. 4 habían establecido un bloqueo táctico como parte de las labores de patrullaje e inspección. La presencia militar obligó a los guerrilleros a desviar su ruta, lo que resultó en la explosión del vehículo.

Fuentes militares indicaron que el ataque frustrado era una retaliación por las constantes operaciones ofensivas contra el Bloque Occidental Jacobo Arenas. La explosión no solo neutralizó el atentado, también representó un golpe significativo para la estructura de mando de esta organización, debilitando su capacidad operativa en la región.

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