Las declaraciones del embajador se registran luego de las revelaciones del diario El Tiempo.


En un encuentro reciente en la Casa Blanca, el embajador de Colombia en los Estados Unidos, Daniel García-Peña, confirmó que funcionarios de la administración de Joe Biden reconocieron que el programa informático de vigilancia Pegasus fue adquirido con fondos estadounidenses para combatir el narcotráfico.

García-Peña indicó en una reunión “clara y franca” con Dan Erikson, director de Seguridad Nacional para el hemisferio occidental, para discutir el alcance y las implicaciones de esta operación, así como la participación de los Estados Unidos.

Luego de la reunión, el embajador detalló que la Casa Blanca confirmó el uso de recursos de ese país para la compra de Pegasus, realizada en las fechas reportadas, y subrayó que su aplicación fue destinada a operaciones antinarcóticos, enfocadas en objetivos de los cárteles en Colombia y México. 

Sin embargo, el uso del programa fue suspendido posteriormente por la administración Biden, debido a inquietudes globales sobre los riesgos asociados a Pegasus, y en 2023 se emitió una orden ejecutiva que prohíbe futuras adquisiciones de este tipo de tecnología.

“Fue para una utilización de la lucha contra el narcotráfico y que su utilización estaba dirigido exclusivamente a los cárteles de la droga de Colombia y México, pero que al mismo tiempo una vez empezó a tener sospechas sobre el uso del Pegasus a nivel mundial este programa fue suspendido y de hecho el gobierno del presidente Biden en el 2023 emitió una orden ejecutiva prohibiendo que en el futuro se adquieran esta clase de herramientas de software”.

García-Peña enfatizó que “ningún funcionario colombiano tuvo acceso directo al software”. Explicó además que la operación estaba bajo supervisión de autoridades estadounidenses, quienes validaban los objetivos de vigilancia propuestos por Colombia, restringiendo el uso de Pegasus exclusivamente contra cabecillas del narcotráfico. 

“Aseguraron que el software nunca se entregó a las autoridades colombianas, eran las autoridades colombianas quienes le decían a quienes consideraban que deberían ser blancos de estas intersecciones o como se quieran llamar y que hubo una supervisión de autoridades norteamericanas para garantizar supuestamente que solamente fuera dirigido contra estos esas cabecillas de narcotráfico”, añadió.

Además, los funcionarios confirmaron que la compra se hizo en efectivo, un método descrito como usual en este tipo de convenios de cooperación. No obstante, García-Peña manifestó que aún persisten dudas respecto al programa, por lo que solicitó a las autoridades estadounidenses información sobre los datos recopilados durante los 15 a 18 meses en que el software estuvo en funcionamiento.

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