Las manifestaciones estallaron luego de que el Gobierno prohibiera el acceso a 26 redes sociales que no se registraron ante el Ministerio de Comunicaciones y Tecnología de la Información.



El saldo de víctimas en Nepal ascendió este martes a 25 fallecidos desde el inicio de las protestas el lunes 8 de septiembre, desencadenadas por la decisión del Gobierno de bloquear 26 redes sociales —entre ellas Facebook, Instagram y TikTok— luego de que estas no se registraran, medida que la población más joven consideró un ataque a la libertad de expresión.

A esta víctima se sumaron otros tres manifestantes que perdieron la vida en el Centro Asistencial Civil y dos más en enfrentamientos armados con integrantes de la policía en el barrio capitalino de Kalimati, además de los 19 reportados el lunes 8 de septiembre.

La violencia se trasladó también a los penales. De acuerdo con el medio local Onlinekhabar, más de 900 internos escaparon de la cárcel de Kaski, en Pokhara, tras un asalto de manifestantes del movimiento Generación Z que destruyeron instalaciones y atacaron a los guardias. Otras prisiones, como las de Kailali y Lalitpur, también fueron incendiadas.

El diario Khabarhub reportó que la cárcel de Nakkhu, en Lalitpur, quedó completamente vacía, ya que los custodios abandonaron sus puestos, permitiendo la huida de alrededor de 1.500 presos, lo que generó gran alarma por el deterioro de la seguridad.

La violencia también golpeó a las fuerzas del orden. En Koteshwor, distrito de Katmandú, tres policías fueron asesinados brutalmente luego de rendirse, denunciaron los testigos.

La multitud incendió primero la comisaría y luego arrastró a los agentes a la calle, donde fueron linchados. La policía calificó el hecho como “un acto bárbaro que refleja la grave crisis de seguridad en la capital”.

Edificios clave del Estado como el Parlamento, el Tribunal Supremo, la Presidencia y las residencias de más de una veintena de ministros —incluido el exmandatario K.P. Sharma Oli— fueron incendiados, al igual que las oficinas del conglomerado de prensa Kantipur Media Group.

Ante el descontrol, las autoridades mantienen cerrado el aeropuerto de Katmandú, mientras la crisis política se profundiza tras la renuncia del primer ministro Oli y de al menos cinco integrantes de su Gabinete, en un intento fallido por calmar la revuelta.

En medio de esta ola de violencia, se confirmó también el fallecimiento de Rajyalaxmi Chitrakar, esposa del exprimer ministro Jhalanath Khanal, quien murió en el Hospital de Quemados de Kirtipur tras haber sido rescatada con heridas críticas luego de que su vivienda en Katmandú fuera incendiada.

Desde este lunes rige toque de queda en Katmandú desde las 12H30 hasta las 22H00 hora local. El Ejército desplegó tropas en coordinación con otras fuerzas de seguridad, mientras los saqueos, incendios y actos vandálicos a gran escala siguen descontrolándose, dijo en un comunicado.

La semana pasada, las autoridades prohibieron un grupo de redes sociales que no se registraron ante el Ministerio de Comunicaciones y Tecnología de la Información. Ello detonó protestas contra la corrupción y en favor de la apertura de esas redes que iniciaron en Katmandú y luego se extendieron a otras ciudades. Aunque el Gobierno levantó la prohibición, ello no frenó los disturbios.

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