¡Qué pare el genocidio! El importante hospital Shifa totalmente fuera de servicio tras bombardeo de Israel.

Es el mayor centro asistencial del norte de Palestina, que según medios de esa región, quedó destruido tras dos semanas de ataques militares.


Un avión de la fuerza aérea israelí bombardeó el patio del Hospital Mártires de al Aqsa en la ciudad de Deir al Balah, lo que causó la muerte de dos personas y heridas a otras 30, según una fuente del Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás.

“Hace poco, un avión de la Fuerzas Aéreas de Israel atacó con precisión un centro de comando operativo de la Yihad Islámica (Palestina) y a terroristas que operaban desde el patio del Hospital Mártires de Al Aqsa, en el área de Deir al Balah”, confirmó un comunicado militar israelí, que añade que el complejo no sufrió daños y sigue en funcionamiento.

Por su parte, la oficina de medios del Gobierno del enclave palestino, bajo control de Hamás, denunció el bombardeo de “tiendas de campaña de periodistas y desplazados dentro de los muros” del centro asistencial.

Además, pidieron a las “organizaciones internacionales, regionales y locales” del sector médico que condenaran este último ataque y responsabilizaron “plenamente” al Gobierno estadounidense del presidente Joe Biden, por su apoyo militar y político a Israel.

En el norte, el asedio militar contra el Hospital Al Shifa cumplió hoy dos semanas, con más de 400 muertos según cifras del Gobierno de Hamás, entre los que la mitad, según Israel, serían milicianos de la Yihad o de Hamás.

Según informó por la red social X el secretario general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, solo quedan diez hospitales “mínimamente funcionales” en Gaza y unos 9.000 pacientes necesitan ser evacuados urgentemente al extranjero para recibir tratamiento contra el “cáncer, heridas de bombardeos, diálisis renal y otras enfermedades crónicas”.

“Instamos a Israel a acelerar la aprobación de las evacuaciones, para que los pacientes críticos puedan ser tratados. Cada instante importa”, urgió Adhanom.

Al 31 de marzo, cerca de 32.800 personas ha muerto desde el inicio de la guerra el pasado 7 de octubre, más del 70 por ciento de ellas mujeres y niños, y una treintena de niños han muerto por desnutrición aguda, según datos de Sanidad gazatí.

El mismo 31 de marzo las negociaciones indirectas sobre un alto el fuego y un acuerdo sobre los rehenes entre Israel y Hamas se reanudaron en El Cairo, informó el medio estatal egipcio Al-Qahera News citando a una fuente de seguridad.

En las negociaciones, Hamás pide un cese al fuego de seis semanas, mientras el Gobierno de Netanyahu experimenta una creciente tensión por liberar a los 130 rehenes que continúan en poder del grupo palestino.

Otro de los pedidos en vilo de Hamás es que los habitantes de la ciudad de Gaza, en el norte del enclave, y sus alrededores puedan volver a sus hogares. Israel, de acuerdo con fuentes del Gobierno citadas por Reuters, habría dicho que estaría dispuesto a negociar solamente el retorno “de algunos” de los habitantes del territorio.

Como forma de presionar las negociaciones, se han registrado manifestaciones masivas en contra de Netanyahu, en las calles de Tel Aviv, por parte de familiares de los rehenes y detractores de su Ejecutivo, que piden que el Gobierno del ultraderechista llegue a un acuerdo de manera inmediata en favor de las liberaciones, que el primer ministro dimita y que se convoque a elecciones.

Entretanto, a miles de kilómetros de distancia, en la capital británica, unas 200.000 personas se reunieron por undécima vez para pedir un alto al fuego en Gaza, con consignas como ‘Judíos contra el genocidio’, ‘Dejen de armar a Israel’ o ‘Alto el fuego ahora’.

En el evento participaron políticos de la talla del exlíder del Partido Laborista británico Jeremy Corbyn, quien cargó contra los Gobiernos de Reino Unido, Estados Unidos y otros países por continuar con el “espantoso comercio de armas con Israel”.

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